jueves, 28 de octubre de 2010

Néstor

Gustavo, mi primo, con otros 29.999 mil desaparecidos, están recibiendo a Néstor con los honores del cielo.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Mariano Ferreyra

Rompieron de nuevo el amanecer. No hay excusa: somos la inferior escala animal. Pero Mariano quería escapar de la vulgaridad de su especie, y no lo dejó una turba mustia en su última degradación. Mariano tenía 23 años, una edad sospechada por el poder humanoide. Ese poder cuyo corazón gotea herrumbre, músculos mecánicos que sólo bombean lastimosas ambiciones hechas de eructo y metal.
Es que Mariano era distinto y se le notaba en su muerte de barba hacia el cielo como el Che, como Santillán, como tanta excepción que nos confirma la humanidad desecha. Era distinto Mariano porque indagaba, estudiaba, acariciaba su músculo cerebral con la suavidad de las páginas de un libro, porque luchaba y era solidario por nada. No esperaba pago ni ubicación, y muchos menos que le ataran las ansias por un soborno salarial. Los vertebrados con columnas de infectos no toleran a los Marianos, a los jóvenes, a la insolencia de la justicia. El poder no puede querer. Está hecho para la acumulación y la vergüenza del resto. Hubo una época de raros ejemplares de la especie que quisieron sublevarse. Como Mariano, fueron asesinados de a miles. Y la muerte sigue de ronda en los suburbios de la fiesta, porque hay que matar y condenar a los niños que se atreven con las migajas.
Mientras tanto esta rara vida sigue, con los ricos y su corte engordando, su poder apaleando, y la madre tierra desesperada que se pregunta por qué no son los animales superiores su protección.
Mariano Ferreyra: los perros, algunos gatos, y sus mayores felinos, leones, hermanos equinos, peces de toda estirpe, invertebrados, los que abundan en sus patas, y se sienten ejemplares bien alejados de los que se dicen dueños de la razón, te estamos recibiendo…

domingo, 24 de octubre de 2010

El fito de Fito


¿Por qué hacemos complicado algo tan sencillo como el fútbol? ¿Por qué si hasta hace tan poco levantábamos elogios a montones por nuestro juego agresivo, de toque, distintivo para esta pobre categoría, hoy parecemos ese autito, antiguo, lento, de sólo chispazos que en seguida nos recalientan el motor?. ¿Si antes Defe jugaba por abajo, por qué ahora tira pelotazos? Si no nos interesaba la condición de visitante y jugábamos como lo hacíamos en casa, ¿por qué ahora en los segundos tiempos que disputamos afuera dejamos de arriesgar y firmamos lealtades al empate?
Los grandes logros, Fito, los consiguen los equipos que salen a ganar en todas partes. Si no se da, mala suerte, pero por qué cambiar búsqueda por especulación. Querido DT: ¿no le estará faltando fútbol a Defensores? ¿Cómo se los hace goleadores al Tanque o al Lobo si no hay quien provea juego, quien asista? ¿Por qué tanto doble cinco, tantos raspadores? Contra Los Andes el equipo se pareció mucho al de antes porque Sommariva y Serrano son más ofensivos, no se pegan, como Arce, a la línea de cuatro. Aquel 2 a 2 fue sólo una fatalidad. Tal vez, Fito creyó que faltó marca, presión, y por eso Los Andes nos empató. Pero de qué vale obsesionarse con que no te lleguen, si a uno se le va la ambición en eso.
Parezco, “¿y Candela…? Vuelvo a preguntarme: ¿no será hora de tocar el equipo, modificar un poco este rígido 4-4-2, que ni se modifica con los que entran durante el partido? Se puede intentar cambiar, la rigidez de conceptos no conduce a nada. Parece ser el momento indicado para renovar un poco el aire y poder así encarar la última etapa del año con nuevos bríos. Volver a disfrutar a Defe como el gran candidato del torneo, después de estos desvaídos 7 puntos sobre 18 posibles.
Volver a ser ese maquinón imparable, y no el fito de hoy de Della Picca.

viernes, 22 de octubre de 2010

El habitante de Comodoro y Libertador


Acabo de escribirle este humilde poema a nuestro querido Defensores. Ojalá que les guste, y que sirva para que cada tanto le haga compañía a nuestra pasión. Saludos
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El habitante de Comodoro y Libertador

Nació en la algarabía, entre comparsas del carnaval
Y su padre fue el río, viento y fango su hogar
Don Pasquale su primer amante de la utopía
Sus colores, abrazos de anarquía y de igualdad

Venció uno a uno a los grandes orgullosos
Y no tenía más felicidad que jugar por jugar
Pero la risa se le hizo un charco y trozos
Cuando la pelota tuvo precio, en la era profesional

Se quedó a solas con los suyos y con los decentes
Pero una tarde sin fútbol, y de puro ofendido
Resolvió volver a la AFA, llanto de corazón y fría la mente
Y fue amo y señor del Bajo Belgrano, el orgullo de los vecinos

Ganó torneos y se agrandó la casa, refugio de pileta y metegol
Pasaron grandes jugadores, pero su fiel hinchada es lo mejor
Tiene más de cien años el habitante de Comodoro y Libertador
Sabe Defensores que será eterno, y también su grito de campeón.

martes, 19 de octubre de 2010

Recordando a Chiti

A la muerte habría que matarla. Hace poco se nos fue el símbolo más grande de la historia de Defensores. La muerte anda diciendo que se llevó al Flaco Chiti, pero habla de fanfarrona, nomás. Cómo se va a quedar con nuestro personaje por excelencia, con ese tipo de ojos claros que nos regaló su pasión hasta el colmo... Mentira, el flaco se fue a conocer otros estadios, en los que sólo consiguen entradas los más buenos. Y cada tanto viene y se sienta en su tribuna visitante del Pasquale, para pedirle a Defe que meta como metía él, y salga campeón.
A continuación, la nota realizada en colaboración con Damián Zanca a mediados de 2006, y publicada en el libro Corazón Pintado.
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Decir Chiti es decir Defensores. Quien quiera ejercitar un poco la memoria y recorrer la historia del club seguramente se topará con una formación, con un partido, con una anécdota en la que aparece este Flaco con mayúsculas. Es que Rodolfo César Chiti permaneció, gozó y sufrió en Defensores más de 30 años. Jugó casi 20 años en Primera, y disputó 500 partidos, cifras que lo convierten en el futbolista que más veces se pintó el corazón con la rojoinegra. Ganó los campeonatos de Primera C de 1953 y 1958, y el de Primera B de 1967. Después fue técnico, y consiguió el título de 1972.
Defensor central, piernas larguísimas que llegaban a todas, alto, chueco y desgarbado, capitán, un símbolo de Defensores que aún perdura en el recuerdo de muchos hinchas del ascenso.
-¿Cuándo y dónde nació?
-Nací el 22 de septiembre de 1933 en la calle Congreso 1674, entre Núñez y Belgrano.
-¿Dónde comenzó a jugar a la pelota?
-En la vereda con mis amigos del barrio, luego me mudé a Barrancas de Belgrano y ahí sí, como ya era un poquito más grande, formamos un equipo con mis nuevos amigos, se llamaba "El Cometa" y desafiábamos a todos los clubes del barrio.
-¿De chiquito iba a la cancha?
-Sí, pero siempre me colaba. Un sábado iba a ver a Excursionistas y el otro a Defensores. Para ver al Dragón siempre nos trepábamos por el Club del Círculo Policial debido a que la pared era muy bajita.
-¿Cómo llegó a Defensores?
-En Defe pusieron afiches que decían que se iba a jugar un campeonato de papi fútbol nocturno. Me acuerdo que se iluminó la cancha en el corner de Comodoro Rivadavia y Avenida Libertador. Iba mucha gente a ver jugar a los chicos. Una vez se armó una gran pelea entre nosotros, los pibes, y el árbitro me echó. Entonces, una vez finalizado el partido, me agarraron dos dirigentes de Defe, los señores Sunino y Petrocino -ya fallecidos-, y me dijeron "mirá pibe, si venís a jugar para Defensores no te suspendemos". Fue un canje.
-¿Cómo era en ese entonces el club?
-Era totalmente distinto, cuando yo empecé a jugar ni se había construido "la techada". Ahora se hizo la platea nueva, menos mal, porque la vieja en cualquier momento se venía abajo. Yo no sé como nadie nunca se cayó de ahí. Pusieron iluminación, el césped siempre esta verde y parejito, cosa que cuando jugaba yo era muy malo, con mucha tierra. Por eso destaco que en el club hubo una gran renovación.
-Finalmente, ¿cuándo fichó?
-Yo quedé vinculado al club el 15 de Marzo 1948, fecha que nunca me voy a olvidar porque coincide con el cumpleaños de mi mamá, y ella fue la que me acompañó a firmar el vínculo con Defe. Y ya en 1950 tuve la primera gran alegría. Salimos campeones de la sexta división, y tuve como compañeros al "Piolita" Gómez y a "Totola" Vigliarino, dos amigos que quiero mucho.
-¿Cuál fue se debut profesional?
-Debuté contra Tigre allá en Victoria, el resultado no pudo ser peor, perdimos 8 a 1. Me quería morir.
-¿Cómo se hace para jugar casi veinte años y 500 partidos con la misma camiseta?
- Es que antes, cuando uno se identificaba con una camiseta, era para siempre. El dinero no tenía mucha importancia. Eran otros tiempos, otro fútbol y otro mundo.
-Era flaco, alto, despatarrado. Había quienes no daban un peso por usted.
-Es verdad. Mi fuerte era quitar la pelota, era un buen quitador e iba muy bien de arriba, por eso todos los directores técnicos que tuve me ponían a marcar al más difícil dentro del área. Me comí miles de codazos, y llegaba siempre a mi casa con moretones. Otra virtud que tenía era que no me entregaba nunca, e iba a muerte hasta la última pelota.
-También fue entrenador de Defe.
- Habré trabajado unos cinco años como técnico de Defensores. Cuando me retiré como jugador, el presidente del club en esa época era el señor Rodríguez, y fue él quien me propuso quedarme como DT, reemplazando nada más y nada menos a Angel Labruna, que se iba para River. Cuando terminé ese primer ciclo como técnico de Defensores, me fui a dirigir a Villa Dálmine en el campeonato de Primera C, donde salimos terceros. Recuerdo que primero salió Tigre, segundo Almagro y después nosotros. Hasta que un día me llama Rodríguez para volver a Defe, acepté, y salimos campeones de la "C". En ese año, el 72, hice debutar a Houseman. Yo me acuerdo que le pedí al presidente que no lo vendiera al "Loco" luego del ascenso que obtuvimos, pero finalmente se fue del club, se fue a Huracán. Si hubiese tenido a Houseman en el campeonato de Primera B, yo salía campeón, y Defe hubiese subido a la Primera División. Sin él salimos cuartos a 5 puntos de Banfield.
-Houseman dice que es hincha de Excursionistas. ¿Hablaba de eso en aquellos tiempos?
-No, él siempre estaba en Defensores, vivía en el club y lo adoraba. Ya de grande empezó a hablar de más. Y me dolió mucho lo que dijo en la televisión cuando trató a Defe como los "innombrables", olvidándose de que el Dragón le dio lo más importante que se le puede dar a un jugador, que es la camiseta.
- ¿Es cierto que tenía un trabajo paralelo en el Hipódromo?
-Si, pero no pude soportar mucho tiempo hacer las dos cosas. Ser entrenador en esos tiempos no era fácil. No tenía como tienen ahora ayudante de campo, dos preparadores físicos, médicos, etcétera. Cuando yo dirigía me encontraba solo y cuando llegaba el día lunes tenía medio plantel golpeado, y nunca podía contar con todos los jugadores. Llegó un momento en que dije basta, no se puede ser "bohemio" toda la vida. El trabajo de técnico es muy inestable. Y yo tenía hijos y debía alimentarlos, darles una buena educación y miles de cosas más, la plata debía estar segura a fin de mes. Yo trabajé 24 años en el hipódromo de Palermo y ahí fue donde me jubilé.
-¿Sigue viendo a Defensores?
-En ese entonces no, porque en el Hipódromo trabajaba los sábados y domingos. Pero cuando dejé en 1994 empecé a ir a la cancha, y a encontrarme con gente conocida. Iba de local, pero también he ido mucho de visitante.
-¿Cómo es hoy su vida?
-Antes que nada me siento muy respetado por la gente de Defe, noto que me tienen un gran aprecio. En el día a día me dedico a ser "amo de casa", ya estoy jubilado, paseo a mi nieta y me sobra el tiempo para todo lo que quiera hacer.

domingo, 17 de octubre de 2010

Sólo nos cabe el NACIONAL

¿Y, qué hacemos con tanta bronca, dónde la metemos? Hay que cumplir con las convenciones del sábado, hay gente que pregunta por esa cara y uno le inventa cualquier cosa, un dolor de callos, cansancio, no le vamos a explicar si no van a entender. Es tan incomprensible para muchos lo importante que es para uno Defensores, como incomprensible es estar sufriendo por un empate que nadie imaginó durante casi todo el partido con Los Andes.

A la mayoría de los hinchas del Dragón se nos generan algunas dudas después de esta magra rachita de haber conseguido sólo 6 puntos sobre los últimos 15 posibles. ¿Aguantaremos en la punta? ¿Resistiremos en un campeonato tan largo y tan mezquino, el peor del mundo con 42 fechas y un solo ascenso? ¿Aguantará nuestra única ilusión de ascender? Porque hay que ser preciso y que los jugadores y el cuerpo técnico se enteren: paran los hinchas de Defensores de Belgrano sólo cabe disfrutar, en la temporada 2011-2012, de la Primera B Nacional.

No somos caprichosos. A saber:

1) Hay plantel

2) Hay cuerpo técnico

3) El club está en una buena situación económica

4) Clubes importantes como Platense, Nueva Chicago, Deportivo Morón, Temperley, Los Andes, Almagro andan a los tumbos, con crisis de todo tipo, futbolísticas e institucionales, que difícil se repitan otra vez. Es como que todo está dado para abalanzarnos al título de campeón, a la vuelta, al ascenso. Porque mientras, ni Atlanta, ni Estudiantes y menos Sarmiento, demuestran un nivel superlativo. Pero para conservar la sagrada ilusión de salir campeones, creo que hay que tener en cuenta.

5) Que hay que salir a ganar en todas partes y tirarle la chapa de candidatos a todo el mundo. ¿Qué es eso de especular en lo últimos 20 minutos frente a Acassuso?

6) Que para eso hay que generar fútbol que es lo que pasó frente a Los Andes, donde si los duendes de la justicia nos sonreían, debíamos haber ganado por tres goles de diferencia.

7) Que para generar fútbol hay que poner en el mediocampo a jugadores de buen pie como Sommariva. Es cierto que ante Los Andes nos faltó un poco de contención y es la primera vez que nos marcan dos goles –bueno, uno fue en contra-. Puede ser que se extrañó a Porcel, en su ida y vuelta, y que no se sonroja por rechazarla al Círculo Policial. En el mecanismo táctico de Della Picca, de dos 5, la fórmula que votamos unos cuantos, es sin duda, Sommariva-Porcel.

8) De acuerdo a lo señalado, no vayamos a la cancha de Colegiales con Arce y de culo contra nuestro arco a ver qué pasa y cuidando el 0 a 0.

9) Porque así no se sale CAMPEON.

10) Tanque, Tanque querido, por favor, explicanos que te pasó en el gol insólito que te comiste que significaba la victoria, la punta cómoda. Es que con tu oficio nadie pudo entender que no empujaras al gol la gran asistencia de Montenegro.

11) Definitivamente son 11 en la cancha los que llevan nuestros colores, y que esta vez, cueste lo que cueste, la vuelta nos van a regalar…

miércoles, 13 de octubre de 2010

La TV nos deforma


¿Este será el famoso miedo escénico? No puede ser que cada vez que vamos por TV seamos otro equipo, seamos otros, seamos presa de los grotescos relatores de TyC, que porque somos aburridos deben acudir a su bagaje cultural y de conocimiento para llenar el espacio vacío de fútbol. Y entonces lo llenan con esa vulgaridad tan propia de la TV.
A ver… ¿Qué les pasa jugadores cuando ven las cámaras que los siguen? ¿Se estremecen, consideran que nosotros, los hinchas, los vamos a mirar más, habrá alguna mujer que estudia la fisonomía, promesas de intermediarios? Salvo ante Platense, dimos pésima imagen con Barracas, con Atlanta, con Flandria, anoche, y dale, algunos me dicen como jodés con Defe y es un desastre porque sólo lo miran por televisión. Tampoco es que somos un desastre, pero sí ordinarios cuando se encienden las cámaras. Y encima el sábado vamos de nuevo por TV con Los Andes en ese horario absurdo de las 13. Hay jugadores que patean la pelota como si le tuvieran asco, y cuando se apagan las luces suelen ser finos y darnos ilusiones.
Más allá de la desgracia de la TV y sus ¿periodistas?, uno desde la casa ve el partido algo más claro, con un poco menos de enfermedad. Y entonces, nos preguntamos: ya que llegó a las cinco amarillas, ¿no será hora de darle un descanso a Arce? Es tan cierto que no genera nada de fútbol como tan cierto que deja todo en la obstrucción. Pero vamos primeros y si no inventamos un poco de juego, a la larga, se va a complicar. Yo creo que llegó la hora de darle toda la confianza a Sommariva, y probar, ya que no va a estar por expulsión el aceleradísimo Porcel, con Marzoratti o Serrano. Ya sabemos que Della Picca no cambia, no usa enganche. Anoche por esa obsesión, como hace poco hizo con Becica, metió en el segundo tiempo al Maguito González pegado a la izquierda, en la misma función de Mansilla. Pero ni Becica ni el Maguito son carrileros, y ayer el cambio nos terminó complicando.
Y para completar una noche desagradable, el flojo referí Rapallini terminó expulsando a Porcel con una segunda amarilla sin primera. Porque la primera amarilla que recibió no era para él, era para Nadal… Y el relator de TyC que confundió diez veces a Montenegro con el Maguito González, a Porcel con Montagnoli…
Mientras, por todos los canales muestran la salvación de los 33 mineros chilenos, pero nadie dice en público por qué no se va para abajo de la mina el presidente Piñera, que derrama su circo en el drama. Y tampoco nadie dice por qué no dejan a la tierra en paz, y no se acaba la esclavitud del siglo XXI.

domingo, 10 de octubre de 2010

Lo hicimos: mufamos a Atlanta

Lo hicimos, lo hicimos!!! Mufamos a los Soriano y a Atlanta. Juro, y eso que no soy de jurar –para eso está mejor la palabra de honor-, que la nota anterior sólo la hice para mufar a los rusos. Si hasta había escrito esto al final del último post – ¿se dirá así?- : “Ufff… las cosas que hago para frenar a Atlanta”
Pero lo borré. Hablando de ritos y costumbres, de ristas de ajos y brujas, yo conozco la historia de un amigo real, de un hincha de Defe que padece la misma enfermedad de todos de tener sangre negra mezclada con la roja.
Resulta que este joven amigo, que anda entre terapias intensivas afiebrado de pasión, recibió suplicas de compañeros delirantes, para que fuera a ver el partido de domingo en Caseros de Estudiantes y Atlanta. El ruego demente para los seres normales, era que concentrara todos nuestros deseos para que el Estudiantes del aborrecido Pasini detuviera la insistencia de perseguirnos en la punta. ¡Ycómo cumplió! Estudiantes se comió tres de local con Atlanta. Y hasta se le (nos) fue la mano con la grave lesión de nuestro conocido delantero Yassogna.
Esto no es el primer pedido a nuestro amigo. Tiene sangre ultra rojoinegra de distintas ramas familiares, y por eso, a pesar de su juventud, se siente dotado para incidir en el devenir de Defensores. Se lo ha propuesto –y sí, también lo empujamos- , a conseguir grandes puntos en Junín, en Rosario, e hizo lo que pudo en el Nacional a pesar de su pubertad.
Y ayer, sábado, volvió a sacrificarse. Mientras un montón de dragones estábamos celebrando lejos, en Escobar, el milagro de estar juntos tras tanto tiempo. Casi una hora antes del partido Comu-Atlanta, se apoltronó en su acreditación de estudiante de periodismo, e intercambió mensajes con nosotros que andábamos de joda. Su informe del 0 a 0 del PT nos dio esperanza, mientras empezaban los brindis tras el morfi. Hasta que gritó el gol de Chiquilito, con doble garganta –total estaba en la platea de Comu-, porque él había hinchado alguna vez con que Chiquilito viniera a Defe. Yo, particularmente, le había prometido un capuchino con medialunas si paraba al Bohé. Y como motivador, ahora se las dupliqué después de que me escribió el mensaje de “Atlanta amargo, perdió 1 a 0 con Comu con gol de Chiqulito”.
Ahora, a este sacrificado amigo de los milagros le toca ir de nuevo a ver a Estudiantes. La asamblea de los defensoristas obsesionados así lo resolvió. A ver si se creen que hacerle cinco goles a Español es un gran mérito.
Nos vemos

Una cosa: vayan a ver “Che, un hombre nuevo”, de Tristán Bauer. Vengo de verla y lloré como hacía rato que no lloraba.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Los Soriano son Osvaldo y Pepe

Llamarse Soriano... todo el mundo habla de los mellizos de Atlanta, Abel y Andrés, los Soriano o los “Soprano”... porque seguro que tarde o temprano van a hundir en el drama a Villa Crespo. Pero no, se atreven a llamarse Soriano como si tal cosa, tienen ese tupé y Soriano fue el Gordo, el escritor, el periodista, el que escribía de noche y faseaba toscanos con su gata al lado; Soriano Osvaldo, el fana de San Lorenzo, el que escribió libros inolvidables como “Triste, solitario y final”, No habrá más pena y olvido”, “A sus plantas rendido un león”, y “Una sombra ya pronto serás”, entre tantos.
Llamarse Soriano esos jugadores de Atlanta... que con esa camiseta, y con todo respeto, no se sabe si están jugando para Rosario Central o Dock Sud. Una herejía, si Soriano también es el gran Pepe, uno de los grandes actores argentinos, el del fantástico Loro Calabrés, el comprometido, el que se bancó años de exilio, que justo vive entre Defe y Atlanta, en el barrio de Colegiales. Este Soriano irrepetible en la escena, tanto en las tablas como en el set, el que interpretó a la terrible Nona, justamente fue protagonista de la película basada en el libro “Una sombra... “, del Gordo.
A mí que no me jodan, Sorianos de Atlanta y encima por duplicado. Porque no se fijan lo que es apedillarse con coherencia: Griffo que se cierra y no pasa una; Batallini de las mil batallas; impasable como una Montagnoli; Nevot te congela delanteros y por Nadal nada pasa por esa banda; Lucho juega como Lucho González del Oporto; Porcel te hace cagar de risa porque no se la deja tocar a los rivales, con Arce no se me ocurre nada y Jacobo no Mansilla al talento. El Tanque es un Tanque que no tiene nombre, y a los adversarios que los monte un negro como Montenegro, es jodido...
¿Vieron? Eso es llamarse.
Bueno, será hasta lo próxima. El martes a ganarle a AcaSusto.... Jjaja.
Nos vemos

domingo, 3 de octubre de 2010

Hola!


Ahhh… cuando gana Defe la vida es buena. Uno cede el paso, duplica propinas, y busca sediento con quien intercambiar sonrisas. Y hasta lleva a la jermu al cine. Buena película la argentina “Sin Retorno”, con Sbaraglia y compañía. Un buen policial made in Argentina. Y qué me importan los turros –como bien dice Hebe-, que ponen en esas crónicas de interné que hubo 1500 personas viendo el puntero. Primero que no es así. Contra Tristán estaba repleta la platea, a un ochenta por ciento la del costado, y mucha gente en la Techada que no sé calcular porque yo estoy ahí. Y a uno le cuesta verse a uno mismo, diría un psicólogo amigo. No, pero en serio, mucha gente en la Techada, y linda, pibes, mujeres, madres recientes con bebés, madres que cada tanto se sientan en los escalones a contarse sus cosas… No hay tribuna como la Techada en el fútbol argentino, y encima es la única que lleva el nombre de un desaparecido, nuestro querido Marquitos Zucker. Porque nosotros, los de Defe, somos muy especiales. Y sino miren, me ven a mí ahora escribiendo seguido –aunque nunca dejé de hacerlo-, pero además está el maravilloso blog Defelandia de mi amigo Andrés Burgo; la recompuesta página oficial con los excelentes comentarios de Federico Medina, y los esfuerzos notables de todo el equipo comandado por Germán Maldonado para poner en orbita las imágenes en vivo de nuestros jugadores. Y Román que volvió con su página, y la notable página sobre la historia de cada jugador que pasó por nuestros colores, y otra hermosa llamada “tododefensores”, y seguro que me olvido de alguna. Qué carajo me importa si contra Tristán fuimos tres mil –como yo creo-, si esos tres mil, si hubieran visitantes, estaríamos en todas partes. Mencioné a Tristán, parecían el cómico… Eran chistes seguidos el tiempo que hacía el equipo de la mera estación ferroviaria –y de gran presupuesto gracias al menemista-duhaldista-kirchnerista Granados, el intendente de Ezeiza y dueño de El Mangrullo-, con el arquero Anconetani simulando que tres pelotas que recibía para sacar, estaban ¡desinfladas!.
Tiene razón Matías cuando me dice que Jacobo Mansilla –nombre de ópera criolla-, es importante en el equipo, porque cuando fue reemplazado con Sarmiento perdimos, y frente a Flandria jugamos el peor partido del torneo, y él, padre flamante de mellizos, no estaba. ¿Vieron que al otro abierto, por derecha –me cuesta la palabra carrilero-, Lucho González, a veces dan ganas de matarlo por su inoperancia, pero de golpe se enciende y parece el Gaby Pereyra?
Vamos primeros! Los tres, cuatro, cinco mil que pueden ir a la cancha, no son todos los que son del Dragón. Hay gente en todas partes del Rojoinegro que por los vientos de la vida, hoy están en el sur y en el norte del país, en el resto de América Latina, en EE.UU, en Europa y en el resto de los continentes. Y hay demasiada gente que todavía no se anima a venir, que vive pendiente del Dragón, pero que necesita creer un poco más.
Estábamos mal, pero vamos bien.
Nos vemos.

Memo el inolvidable

Siempre daban ganas de abrazarlo a Memo. Porque en ese abrazo uno celebraba la felicidad de una tarde con Defe, de amigos, de ascenso, barrio y fútbol, de sol y triunfo, de ilusión. Porque Memo era todo eso junto. Y su inolvidable grito de un “dale de” sin final, inaudito, único y hasta envidiado por las otras hinchadas, era el verdadero pitazo de que el partido había empezado. Qué tribuna se está armando en el cielo con Marquitos, el Gordo Toti, el otro Gordo Cacho, el Flaco Ritacco, Altieri, y ahora Memo, que bailará eternamente su carnaval sin esos compromisos terrenales que obligan a esconder la sonrisa. Memo era de comparsa y fútbol, de Saavedra y Defe, de llanto y grito. Llegó un momento en aquellos tiempos donde el ascenso le robaba la tarde al sábado, que Memo iba de visitante como pancho por su casa, y se metía de gorrito rojoinegro en bufetes extraños, y ahí se quedaba campante haciendo la previa ante la mirada respetuosa de los locales. Como antes, como era antes, Memo no toleraba la ausencia de códigos y a los irresponsables no los perdonaba. Alguna vez devolvió una bandera ajena obtenida por algún arrebato. Qué dijeran lo que dijeran, a él no le importaba. Era capaz de darse toda la vuelta, treparse al alambrado y restituirla. Pero también era capaz de abrirse la camisa para ponerle el pecho a algún ataque de grupos contrarios, para defender los trapos propios y esencialmente, a su gente. Pero de todas maneras Memo era un tipo que gustaba saludar más que pelear, besar más que atacar, separar más que agredir. Memo era un pintor de brocha gorda que aprovechó para pintarse para siempre su corazón de rojo y de negro. Su amor y lealtad por Defensores, su enorme pasión que provocaba que quedara temblando un rato después de cada partido, serán dificil de olvidar. Porque no se te olvidará, Memo. Tu inacabable grito retumba, va y viene, es el eco de los que no terminan de irse nunca.

Ganándole a Platense por TV

... Memo golpeará tambores y encenderá gritos dando vueltas entre nubes mientras suenan las trompetas flamantes que lo reciben en el cielo.
...rogándole a mi perra Mora que no se baje del sillón; que mi mujer deje de pasar por la pantalla, que mis hijas hablen bajito porque las mujeres siempre hablan. Puteadas y patadas al piso y uno imagina vecinos que de repente piensan que el Mundial ha vuelto. Pero estoy solo sufriendo por la rojoinegra, y gozando al final, y pensando qué hubiera sido este nuevo recuerdo en la visitante de Vicente López. Nos coartan, nos cortan, nos censuran, nos apaciguan, nos atan, la blasfemia del poder inmundo del fútbol inunda todo. Mensajitos, llamados, festejos solos. Qué ganas de reir y me abrazo a mi perra...
... después de la nueva felicidad ante los muchachos amarronados, siempre por celular, uno de mis amigos me contó que Alejandro FaBbri dijo en la semana que los clubes grandes de la B Metropolitana, como supuestamente es su Platense, debía cobrar más plata de la TV. A Defensores lo ubicó en el sector medio en su escala discriminatoria, y por supuesto menos merecedor en el reparto del dinero. Qué raro, el tipo que en la TV pública dice que debe haber mayor igualdad, y que en TyC Sports, habla como habla el multimedios. Otro personaje con máscara. A tenerle cuidado a éste también!
Y que me la siga... ejem.

Madrugada feliz (escrito el 22 de agosto)

Son las tres y media de la madrugada y vuelvo de la madrugada. Estoy contento, inquieto, tengo ganas de contarle al sueño que atrapé despierto una de sus aventuras. Antes de dormirme debo decir que una de mis felicidades es feliz. Defensores está feliz. Es que juega casi como los misteriosos dioses que me envolverán dentro de un rato. Mi querido Defe por momentos tiene magia, encanto, canto, y cuando se le cansan las virtudes se arremanga y se tira a los pies del rival como si pelear una pelota fuera lo último que quedara.
Es un sueño con los ojos bien abiertos gritar el ole, ole, después de tanto, será desde de la época del Gaby Pereyra, o será de antes, con el ascenso al Nacional con Cochas y Gómez Barroche, o será de cuando estuvimos por ascender a Primera con Ronci, Galbán y Arbelo.
Hacía bastante tiempo que no veía la abrumadora superioridad de un equipo sobre otro, como ocurrió con Defensores ante un asombrado Almagro en el primer tiempo. Defensores no deja imaginar nada al contrario, es un mala leche, un aguafiestas, tiene cero onda con el rival porque le afana toda idea, se la rompe, y con esa obsesión que tiene de quedarse con la pelota, cuando la consigue la acaricia de aquí para allá y sino mete el estiletazo para el Bello Despierto Giménez, que baja todas, o cabecea todas, o hace lo que puede pero siempre jode a los rivales. Ayer pasó que pelotas que tenían dominadas los defensores contrarios, las perdían finalmente con el Tanque de puro susto nomás de cómo se les venía.
No voy a calificar esta vez (los números son inciertos), pero me permito hacer algunas consideraciones. Me parece que Defensores es así: estudia al rival hasta el cuarto de hora; después pone en marcha sus deseos, y tritura. En la primera parte de hoy apenas fue un gol. Pero su dominio fue un escándalo.
Sobró o se relajó al principio del arranque, y Almagro se vino con lo que pudo. Fueron casi 20 minutos de inquietud. La blasfemia mayor a la justicia hubiera sido un empate del visitante de José Ingenieros. Pero Della Picca, hizo, como nunca antes, tres cambios seguidos. Decíamos en la Techada que hacía falta alguien con buen pie para volver a manejar el ritmo del partido. Y entraron “Redondo” Sommariva, “Vaselina” Becica, y se dio el debut del “Maguito”González. ¡Tres pares de buenos pies! Se acabó el partido. Apareció el ole, y el segundo gol y la resolución de la jornada.
Los que entran mejoran; al fin después de tanto hay recambio y hambre, y nobleza por ganarse el salario en la cancha. Y los hinchas estamos felices… Aún en la madrugada.
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