lunes, 31 de enero de 2011

viernes, 28 de enero de 2011

Vamos, Defe querido, vamos que se puede!!!


Defe vuelve a rodar su cuento inacabable: ese que lo encamine a ascender para acercarse al sueño sagrado de llegar a Primera. Si lo hicieron Deportivo Armenio, Estudiantes de Caseros, San Telmo, Arsenal, Almagro, Temperley, Deportivo Morón, entre otros, por qué no va a ser alguna vez el tiempo del Dragón. Pero primero, claro, hay que volver al Nacional B, y la posibilidad se presenta inmejorable. Es coincidencia de todos que Defensores esta temporada tiene un gran plantel y un reconocido cuerpo técnico para lograr el indispensable cambio de categoría. Se perdieron algunos puntos al final de 2010, pero el corazón late igual de fuerte que antes. Los ánimos se han renovado, y el Dragón tiene combustible de sobra para sus llamas. Los jugadores y técnico derraman entusiasmo, bastan algunas muestras.
“Si repetimos lo que hicimos hasta ahora, ascendemos. Tuvimos 13 partidos de muy buen nivel al comienzo, y eso lo queremos repetir.” (Leonardo Griffo)
“Hicimos un muy buen trabajo de pretemporada. También anduvimos muy bien en los amistosos. Vamos a pelearla hasta el final.” (Santiago Sommariva)
“El grupo está muy compenetrado en lo que queremos alcanzar, que es el ascenso. Fuimos mejorando en la definición con el correr de los amistosos, que fue un problema que padecimos en las últimas fechas. Tengo dos jugadores por puesto. Tengo un plantel que está en condiciones de darle una gran alegría a la gente de Defensores.” (Fito Della Picca)
DALE DEFE, A SALIR CON TODO A LA CANCHA, TANTO DE LOCAL COMO DE VISITANTES. QUE VAMOS A SUBIR AL NACIONAL Y VAMOS A SER UNA FIESTA…

jueves, 20 de enero de 2011

Jacobo Mansilla, una alegría tenerte con nosotros


Nació allá en el Castelli de las honduras bonaerenses, hace nada más que 23 años. Cuando se puso los pantaloncitos de jugar al fútbol, se pelearon por él en la Liga dolorense. Tanto fue, que el ruido llegó hasta Avellaneda: “Hay un pibito por Dolores que volantea y la rompe” dijo la recomendación, y la alfombra mágica navegó para depositarlo en Independiente. Jacobo la siguió rompiendo en las inferiores rojas siempre con su zurda de malabares. Hasta que llegó el bendito o maldito momento de hacerse grande o profesional, y Jacobo apenas si pudo aferrarse a un partido en Primera, entrando un ratito ante el Gimnasia jujeño. Y no hubo más. Al poco tiempo, del inestable Independiente de los últimos tiempos, se tuvo que ir. La desesperación de los dirigentes por brillar sin ilustrarse antes, hizo que junto a él se fueron otros pibes talentosos.Y Jacobo marchó con su bolsito a medio llenar, como su fe, a Brown de Adrogué. Pero de a poco volvió a ser el pibe feliz de cachetes color manzana que levantaba polvo con pases, gambetas y caños; como allá no tan lejos, en esos sus pagos de a mitad de Mar del Plata. Se ganó la titularidad en primera, y si antes se ponía Rojo, ahora estaba tricolor su pecho. Llegó la temporada 2009-2010 y se fue transformando en la figura de Brown y otros ojos se le volvieron a posar. Encima hacía goles, también, 10, como su camiseta. Lo tentaron del Olmedo de la primera ecuatoriana, de Chacarita, pero Jacobo volvió al rojo, al rojoinegro. No lo pensó ni medio amague. Se vino para la Capital, y ya en Libertador se sintió más libre para ser el Comodoro de este vuelo del Dragón. Aquí en Defensores es figura, y nunca fue tan feliz. Si hasta tuvo sus hijos mellizos, y claro, jugó todavía mejor, se hizo goleador después del primer sábado de llanto en duplicado. Hoy sin él el equipo parece no ser equipo. Es como si a un buen auto le faltara aceite. Jacobo Mansilla lubrica el andar de Defensores, afina cuando él la toca. Una alegría, Jacobo, que estés con nosotros.

domingo, 16 de enero de 2011

All Boys de Ortega y Fabbiani 0, Defensores 1


No destapemos grandes shampúes. No están en juego los puntos. Yabrán (perdón, un lapsus,), digo que habrán hecho en All Boys las cosas bien para sacarnos dos categorías de ventaja. Pero Defensores 1, All Boys 0, con Orteguita que le va a cobrar a los de Floresta 1 millón cien mil peso por el semestre, y con Fabianni, el Ogro, con un salario de 80 mil pesos mensuales.
¿Y? ¿Y los colores, y la esencia, y el orgullo y la identidad?
¿De dónde sale la plata desbocada de All Boys? ¿Anduvo la Justicia investigando?
A mí dejame con muchachos que se matan por su salario, que sueñan con hazañas, que tienen hambre, que van al frente con Pérez, González, Garcías de la guía.
Qué feo es ser hoy de All Boys, con un presidente que no puede justificar tanto desembolso de dinero, y que de a poco hipoteca la ilusión con demasiados fuegos de artificio.

miércoles, 12 de enero de 2011

BASTA DE TELE


Hace unos años escribía lo que a continuación leerán. Quería dejar testimonio del fin de la querida tradición de ver a Defe todos los sábados. Tampoco los de Primera pueden ven a sus equipos, los domingos, después de almorzar, como era antes. En un momento, de tanto televisarnos, los espectadores iban a terminar eligiendo nuestro destino como en un reality. Después, eso pasó con Atlas, en la Primera D, y en una época corrió el rumor de un interés de Tinelli por hacer lo mismo con nosotros, a cambio, supuestamente, de llevarnos a Primera. La cosa no varió demasiado, siempre estamos pendientes de lo que decide la craneoteca de la AFA, la de los organismos de Seguridad y la de TyC Sports, para saber a qué día y a qué hora nos dejan ver a nuestro querido Dragón. Por eso aquel diálogo entre Juan y Pinchame...

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Juan y Pinchame son dos enamorados del fútbol de ascenso que se juntan todos los viernes, en la entrada de la verdulería del barrio, para palpitar la jornada del sábado. Como hoy todo es rápido y de apuro, no hacen tiempo para meterse en un bar ni para ir a alguna de sus casas. Juan bosqueja su bohemia con la barba desprolija, la solapa levantada y un reiterado pucho en la boca. Pinchame anda siempre de corbata aunque de veras sólo saliera a comprar tomates.
Juan: ¿Sabés Pinchame que hay un club de la B Metro que se está transformando en un mediático reality show?
Pinchame: ¿De qué me hablás, Juan?
Juan: Me enteré que a Defensores de Belgrano lo van a televisar siempre, y como ya se está metiendo en los hogares como una costumbre, la gente va a empezar a votar qué jugadores tienen que entrar, si le gusta el nuevo modelo de camiseta, qué dibujo táctico conviene de acuerdo al rival, etcétera.
Pinchame: ¿Me estás cargando?
Juan: No, escuchá. El martes, por la cuarta fecha, ante Flandria, lo vuelven a televisar en forma consecutiva. Y los próximos tres partidos ante Temperley, Tristán Suárez y Almirante Brown ya están confirmados en la programación. De estos siete partidos, cinco comenzarán los martes a las 21.35.
Pinchame: Y qué más quiere Defe, si por cada partido le pagan.
Juan: Mirá, yo conozco a algunos muchachos del club. Don Rafael, un hombre histórico del Bajo, dice que no puede arriesgar sus 70 años saliendo del frío y de la cancha a las 12 de la noche, y no va más. Alberto, un ex dirigente, se levanta a laburar a las 4 de la mañana, no va más. Su sobrino, Damián que le salió Dragón de alma, llora en su habitación mientras estudia matemáticas, que indefectiblemente tiene en la primera hora de clase de los miercoles. No va más.
Pinchame: Uh, ya sé Juan, que el fútbol no son solo los 90 minutos, que el fútbol junta a la gente y todas esas cosas que te gusta pensar a vos. Pero si yo soy hincha de Defe voy aunque se juegue en Marte el 29 de febrero.
Juan: Pero no te das cuenta Pinchame que así a la gente de Defe se la acaba su tradición, la costumbre sagrada de los sábados a la tarde. Los que siguen yendo salen corriendo en la casi insólita madrugada, y ya casi nadie se junta a tomar el cafecito posterior ni tiene tiempo de contarse sus cosas.
Pinchame: Y bueno. ¿A nosotros no nos pasa lo mismo? ¿Cuánto hace que no me preguntás por mi esposa Dedal? Ya está mejor por suerte. Estuvo como tres días sin hablar y sin pestañear. Se le rebelaron las neuronas. Y, se le fue la mano. Se la pasaba hablando por celular o enviando mensajitos. Sino se ponía el auricular del discman. Sino se instalaba frente a la computadora. Sino se clavaba un par de telenovelas.
Juan: Es lo que te digo, ¿y la gente cuándo se mira? En esta fecha, entre la B Nacional y la Metro, sólo 8 partidos de los 21 se juegan el sábado a las 15.30.
Pinchame: Y bueno, que más querés, todos sentaditos en casa.
Juan: Y sin chistar.
Pinchame: Ya nos vamos señora. No, no voy a llevar nada.
Juan: Yo sí, me da apio. Tomá Pinchame haceme cosquillas.
Juan y Pinchame se fueron a sus casas. Juan al menos se desahogó, ¿quién quedó?

viernes, 7 de enero de 2011

Santiago Sommariva, el jugador del pueblo


Por qué será que casi siempre hay un jugador que el hincha quiere y el técnico no pone. Esto otra vez vuelve a pasar en Defensores, y el futbolista que la mayoría queremos como titular y juega con cuentagotas, se llama Santiago Sommariva. De buen pie, cabeza levantada, con panorama, este número cinco podría ser la solución a los déficit creativos que padece el equipo. Pero sin embargo, es un habitué del banco de suplentes. Para muchos entendidos, es un volante con futuro de Primera. Y de allí viene, cuando hace tres años, a los 19, estuvo a punto de debutar en la primera de Gimnasia y Esgrima La Plata. Pero mejor que lo cuente él.
“Estuve en Gimnasia desde los 10 años en Infantiles, después de jugar de pibe en el club Círculo Tolosano. Ahí me salió la posibilidad de ir a un club grande. Me dieron a elegir entre Estudiantes y Gimnasia, y elegí al Lobo, porque era hincha”.
Dice Santiago, simpático, bien hablado y locuaz, desde su casa en el centro de La Plata, que en realidad ahora tiene el corazón partido, como la canción: “Ahora es mitad de Gimnasia y mitad de Defensores”. Y continúa relatando su historia, tras la breve aclaración: “Cuando estaba en Reserva, y era el mejor de todos, de un día para otro no me quisieron más, y me dejaron ir. Así parece que es el fútbol. Fui a comenzar de nuevo y de abajo, y jugué en la C para Villa San Carlos, con el que ascendí y estuve con la Villa un año en la B Metropolitana. Pero yo me propuse volver a subir de a poco. Subí un escalón al ascender a la B. Y subí otro al llegar a Defensores, que es un grande de la categoría”.
Sommariva recuerda que durante todas las inferiores jugó de 5, pero de único 5, y que ya en Reserva fue el doble 5 más suelto. “Es ahí donde me siento más cómodo. Porque puedo subir más y ser armador que es lo que me gusta. Puedo asistir a los de arriba, colaborar en el armado ofensivo.”
En este Defensores de Della Picca lo pudo hacer muy poco, debido a que el doble 5 que se desprende es Porcel, y el Pelado parece insustituible. “Sólo contra Sarmiento y San Telmo jugué suelto con Arce al lado”, dice, y ahí surge el tema de la lucha por el puesto con ese experimentado volante. “Yo le quiero creer a Della Picca cuando en junio nos dijo a todos que jugaría el mejor. Yo debo acatar las decisiones del cuerpo técnico. Ahora, cuando volvimos de las vacaciones, nos volvió a reunir a todos y fue muy claro al decirnos que sólo entrarán los que estén diez puntos”.
Este vistoso jugador de 22 años, reconoce que a veces lo traiciona el temperamento: “Yo no sé especular, me brindo entero por el equipo. Prefiero pagar yo y no que el equipo reciba un gol o algo parecido. Por mi forma de jugar voy al límite. Tal vez eso influya para que no me consolide como titular. Contra Comunicaciones me echaron, porque en la segunda amarilla vi que si el delantero se me iba llegaban tres de ellos, y nosotros habíamos quedado mal parados. Y cometí la tontera de entrar a los 20 minutos contra Barracas, por lesión de Arce, y que me amonestaran enseguida. Pero estas vacaciones me vinieron muy bien –se fue a la Patagonia- para repensar un montón de cosas, y ahora voy a tratar de no cometer los mismos errores. Estoy con toda la fuerza para demostrarle al técnico que tengo que ser titular. Creo que estoy en carrera.”
Sommariva asegura que le llamó la atención lo que sintió el primer día de práctica tras el receso: “Había una energía especial en el grupo, muchas ganas, deseos enormes de salir a jugar ya. Es que queremos revertir el final del año pasado, en el que perdimos muchos puntos. Necesitábamos urgentes las vacaciones. Porque las cosas nos empezaron a salir mal, y nos costaba encontrarle la vuelta a los partidos. Pero igualmente a mí me gusta cómo sale a plantear los partidos Defensores, porque siempre los busca en cualquier parte. Nosotros, el plantel, internamente, nos juramentamos ascender. Así que estoy muy confiado que vamos a dar pelea hasta el final. Atlanta no va a seguir con esa racha de ganar tantos partidos. Y vengan o no vengan refuerzos, que el hincha se quede tranquilo, Defensores tiene un gran equipo.”
Es Santiago Sommariva, el rubiecito, el que cuando tocó la primera pelota allá en aquél debut de noche ante Barracas Central, nos llevó a más de uno a decir: “Este pibe sabe…”.