martes, 27 de diciembre de 2011

Feliz Año Nuevo

Que en el 2012 nadie utilice el club para fines propios
Que se pueda volver a votar después de 32 años sin hacerlo
Que vuelva un poco el buen fútbol
Que se mejore el trabajo en las divisiones inferiores
Que el club deje de servir a otro club más poderoso
Que los jugadores que lleguen tengan la costumbre de dejar todo por la camiseta
Que se acabe con la tendencia de traer jugadores que hace rato regresaron de la gloria
Que el club tengan actividades sociales
Que el club vuelva a ser útil a la comunidad
Que no sea para unos pocos
Que no sea albergue de violentos
Que dé ganas
FELIZ AÑO NUEVO!!!

viernes, 23 de diciembre de 2011

Que hasta los malos tengan felicidades...

Felicidades a todos los defensoristas, buenos y malos. A los buenos porque se merecen la felicidad, y a los malos porque estando felices se dejarán de joder al prójimo.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El Lobo Andrés Montenegro: "Me di cuenta de que en Defensores ya no me querían más"

Un hincha de Defensores fue a ubicarse, resignado, al final de una larga cola de banco. Inmediatamente, otra persona se le puso atrás. Distraído, éste hincha miró, y oh sorpresa, quién era... Era el Lobo Montenegro, nada menos.
-Hola, Lobo! Volvé, por favor...
-...
-Soy hincha de Defensores.
-Ah,cómo te va (amplia sonrisa del Lobo)
-Bien, pero en Defe nos va mal, desde que te fuiste nos cuesta mucho hacer un gol.
-Sí, ya sé, veo todos los partidos de Defensores.
-¿Tanta plata te ofrecieron en Estudiantes como para dejarnos?
-No, qué suerte que me lo preguntás. Fue todo mentira lo que se dijo de mi partida del club. Yo me quería quedar, pero no me dejaron otra salida.
-¡¿Cómo?! No entiendo...
-Claro, se dijeron muchas mentiras y me insultaron por facebook, como si yo me hubiese portado mal, y te juro que yo me quería quedar.
-Pero qué paso, dale, mirá lo que queda de cola...
-Terminó el campeonato en el que casi ascendemos, y yo me quería quedar, porque lo que se había hablado era que se iba a mantener la base de ese grupo, que para mí, te lo aseguro, fue maravilloso, nunca estuve en un grupo tan espectacular. Así que yo creía que si nos quedábamos casi todos, estaba seguro que podíamos pelear el ascenso otra vez.
-¿Y?
-... Y, la verdad es que me dieron a entender que no me querían. Cuando llegué a Defensores desde Flandria, arreglé enseguida por unos pocos pesos más de sueldo, porque le di prioridad a lo deportivo ya que sabía que entraba a un equipo que iba a pelear arriba. Entonces, después de los partidos de la Promoción con los mendocinos, yo, como otros muchachos, avisamos que nos queríamos quedar, y sólo pedimos un pequeño aumento en nuestros contratos. En esos días me llega la oferta de Estudiantes, y yo no le di bola porque me quería quedar en Defensores. Perdía plata, pero no importaba. Pero resultó que el DT Della Picca se apuró y fue a arreglar con los dirigentes un buen aumento para él, y dijo que a nosotros no nos dieran nada, que qué nos creíamos si no habíamos ganado nada. Y bueno, nadie me habló, los días pasaron, del club no me decían nada, y tuve que aceptar la oferta de Estudiantes, porque me di cuenta que en Defensores ya no me querían más.
-Y cómo habrán quedado los muchachos que no se fueron, entonces...
-(sonríe) Y, muy contentos no deben estar...
-Es que no te quisieron dar un aumento a vos ni a nadie, y después llegaron un montón de jugadores y qué nombres: Ortega, Casas, Ludueña, etc, etc,etc...
-Claro, no se entiende, llegaron a decir que no había presupuesto y le aumentaron mucho al técnico y trajeron jugadores de gran nivel.
-... Eran de gran nivel. ¿Viste lo que hizo Casas contra Nueva Chicago?
-Sí, nunca vi algo igual.
-También dijeron que llamaste a otros jugadores de Defensores para que te acompañaran a Estudiantes...
-Otra barbaridad. Cómo voy a hacer una cosa así. Lo único que hice en Estudiantes es llegar con mi bolsito a entrenar. Ya estoy grande, tengo 33 años como para andar haciendo boludeces.
-No puedo creer lo que estás contando... Bah, en Defensores todo puede pasar. Que te ensucien, por ejemplo...
-Eso me puso muy mal, me insultaban y yo no entendía nada. No sé porque pasan estas cosas. Por lo menos te lo puedo contar a vos....
Al hincha de Defensores le llegó el turno, se despidió del Lobo, pero éste pidió que después lo esperara que quería decirle algo más. Al rato, de nuevo en la calle los dos, el Lobo extiende la mano y cerca de la emoción dice: “Es una lástima que todo haya terminado así... Se habían dado muy bien las cosas y me ilusioné mucho. Estuvimos ahí nomás de ascender. Con los muchachos dimos todos, nos quedó mucha amargura, pero creíamos que íbamos a tener la revancha. No pudo ser. Un gusto grande.”
-¿Sabés Lobo que Defensores tiene a favor 14 goles en lo que va del campeonato, la misma cantidad de goles que marcaste vos con la rojoinegra?
-Sí, ya sé. Ya te dije que sigo todo lo de Defensores.
Suerte Lobo, felices Fiestas.
-Igualmente.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Defe-River: de nuevo en la puerta del cielo

Estos jugadores que enfrentaron a River por la Copa Argentina, le salvaron la dignidad a Defensores. Pero siempre, como en el ascenso que quedó en la puerta en la temporada anterior, nos queda el sabor amargo de lo que pudo ser. Es como que siempre nos faltaran los centavitos para arrimar al peso. Para por fin despegar, para tener una gran alegría como se la merece este club centenario.
Esta vez nos faltó el gol, ese que se ausentó de la vida de Defe desde que el Lobo Montenegro se fue, y desde que Jacobo Mansilla sí cumplió el sueño de ir al Nacional poniéndose la camiseta de Quilmes. Ni el cuerpo técnico ni la dirigencia tuvieron la astucia de encontrar a sus reemplazantes. Llegaron un montón de jugadores sin ton ni son, recordando épocas no tan lejanas en las que nos invadían jugadores de magras condiciones técnicas. ¿Cómo Della Picca puede pretender hacerle un gol a River, con un enganche (Ortega) y un solo delantero (Noriega)? Ya lo dijimos más de una vez, las actitudes conservadoras del DT cansan un poco, porque está bien eso de perder ahí nomás, de salvar la dignidad, de mantener el arco con pocos goles en contra, pero queremos ganar algo, Fito… No estoy de acuerdo con los que dicen “qué querès, no es el Milan…”, y se contentan con conservar el buen promedio en la tercera categoría del fútbol argentino.
De todas maneras, aún sin creativos (Ortega hace lo que puede a su edad y sin compañías) y sin delantero (de Noriega, los dirigentes, acostumbrados a guiarse por la lectura de Olé, creyeron que porque jugaba en Flandria era otro Montenegro), Defensores casi se lo empata a un River asustado, y hasta debieron darle un penal en un claro empujón a Coria cerca de la media hora del complemento. Da bronca porque con apenas algo más de profundidad, el resultado pudo haber sido otro. Otra vez quedamos en la puerta del cielo. ¿Cuándo será el día que entremos…?
Hubo algunos hechos a destacar. 1) La notable fidelidad de la gente del Dragón, que le puso el pecho y el aliento al equipo bancándose el despropósito de que dos equipos separados por veinte cuadras, tuvieran que enfrentarse a mil kilómetros.
2) El odio que destilaba el relator de Fútbol para Todos, Rodolfo Di Paoli, hacia Defensores, viendo rojas en cada foul del Dragón, y haciéndose el distraído con las fuertes faltas que cometió un River por momentos sobrepasado. También parecía destilar animosidad contra el paraguayo Villasanti. Tal vez su condición de hincha de Nueva Chicago, habitual víctima de Defensores, lo haya traicionado.
3) La piel de gallina (con perdón) se nos puso cuando en un video por Internet vimos a Defensores embarcando en Aeroparque rumbo a San Juan con Mauro Conti como jefe de la delegación. Recordamos que Conti es hincha fanático de River, fue hombre ligado a José María Aguilar, el ex presidente que desplumó (con perdón) a la institución millonaria. También, recordamos que Conti manejó el fútbol profesional con el mayor presupuesto de la historia de Defensores, en la temporada que descendiéramos del Nacional B. Con tales antecedentes, Conti no tenía más funciones en Defensores, pero volvió y con la misma o mayor intensidad que antes.
4) Esto de los hinchas de River que se acuerdan de Defensores cuando le es conveniente no le hace bien al club. Esto de recibir jugadores que River descarta, tampoco. Nos hace perder identidad, entre otros inconvenientes.
5) Se ratificó la amargura que impregna a River, generalmente. El DT Almeyda, había subestimado a Defensores, pero finalmente debió recurrir a varios titulares, algo que no hizo ningún equipo de los grandes. Cuando Defensores ganó de guapo el mediocampo en el segundo tiempo, River se refugió atrás, acobardado, y el Dragón no lo dio vuelta porque no tiene gol, nada más. También llamó la atención que el mayoritario público riverplatense recién se hiciera escuchar en los últimos cinco minutos y que antes el único aliento y ritmo en el estadio lo hubieran aportados los hinchas y los bombos del público defensorista. Y la última: el cambio a los 90 minutos de Almeyda para hacer tiempo. Sinceramente, por momentos, el equipo chico fue otro.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Una lástima, René

Pobre Loco, tiene la galera arrugada y el conejo se le rajó hace rato. Bailarín irrepetible de la raya, ahora se agarra de cualquier brazo para no caerse de la vida. Lástima que otra vez maltrates al rojo y negro que de pibe te brindó alcoba y el mejor alpiste para que pudieras volar. “Ojalá que River le gane a Defensores 45 mil a cero”, sangraste Loco de nuevo esgrimiendo tu amor por Excursionistas, que no está mal pero no está bien tu otro rencor.
Recuerdo que en una de las tantas notas que te hice, allá por mediados de los ’80, cuando aún éramos jóvenes los dos, me hablaste del cariño que sentías por Defensores, de que sin Defe no habrías sido nada, de tu agradecimiento inmenso y también me acuerdo que me contaste que en el Mundial ’78, cuando Videla fue a saludarlos al vestuario, lo recibiste en bolas y con las manos sucias como para darle a tender que te daba asco. Te seguí queriendo entonces porque nunca había olvidado ni olvidé todo lo que me hiciste gozar de pibe, en el inolvidable título de campeón del ’72. Yo tenía tres sueños recurrentes por aquellas épocas de lompas cortos: vos, René; Nicolino y el Che… Te ataba Loco a la raya que da a las tribunas del costado y vos hacías firuletes para mí solo; Locche se la pasaba guiñándome un ojo mientras otros le querían pegar y no podían, y el Che se subía atrás en mi bici y no lo mataban ni en pedo.
¿Cómo vas a hablar así de Defe, René? No podés hacerme esto. Es cierto que hace unos años a vos y al otro Conejo, Saviola, algunos dirigentes –porque Defensores no hace ésas cosas- los declararon personas no gratas por ser hinchas de Excursio. Sí, ya sé, una boludez. Porque qué deberían hacer entonces con esos supuestos hinchas que agreden a otros hinchas por no avalar ciertas políticas del club. Defenestrarlos, claro. Pero ahí no mueven un dedo los mismos que te cortaron para siempre el cordón umbilical. Pero eso no es suficiente para tu rencor, René. Te vi anoche gritando desaforado en contra de Huracán, y me acordé que en otra nota que te hice, más moderna, hablabas mal de Excursio porque no te daban bola, y maravillas del Globo que en esa época te pagaba una especie de pensión. ¿Sos interesado, Loco? Yo sé que de pibe la pasaste cuando en la casilla tu viejo albañil no se levantaba a laburar por culpa de la botella, y salías enloquecido de hambre por los pasillos de la villa y siempre alguien algún guiso te tiraba. Pero la villa hace rato que no está más, René… ¿No te acordás que los milicos le pasaron las topadoras? Le sos fiel a Excursio, el mismo que me contaste que te discriminó y no te quiso probar porque eras villero. También me dijiste en otra de las notas que te hice: “Cómo me hubiese gustado laburar en las inferiores de Defe…”
Menotti era tu viejo, te escuché varias veces, y después te oí llamarlo “ése señor” cuando no te tiró más un mango. A mí también me pediste guita “para los fasos” antes de cada nota… Está bien, René… Vos te merecés cualquier cosa porque te cagabas de risa en una cancha y nos hacías felices a todos, y porque te chupó un huevo el circo del fútbol. Pero no sus miserias. Ahí fuiste de lo peor.
Una lástima, René.