jueves, 26 de septiembre de 2013

Aún sin jugar no perdemos

Buena señal, tratamos de conformarnos... Jugamos el peor partido del torneo, y contra Chicago, y no perdimos! Nada se parecía este equipo de anoche a ése sólido de San Martín cuando no dejó dudas de su superioridad ante Chacarita. En un momento se me cruzó la posibilidad de que haya existido algún acuerdo, en fin, esas cosas que pasan en el fútbol, para que le pelota llore de tristeza. ¿Se arregló el empate? se preguntaban algunos... Es que ninguno de los dos ni se acercaron al arco durante los 90 minutos. Y los líneas de los dos lados cobraron siempre inexistentes posiciones adelantadas para uno y otro. Además de los pases permanentes a los contrarios, casi que ni se podía jugar de tanta banderita levantada.
En fin, el empate sirve -como otro eslogan futbolero- si a Merlo le ganamos el domingo. Vamos punteros, algo que hubiéramos firmado con ganas si nos proponian en julio esa posibilidad para la fecha novena.
Ya sé que los promedios nos condenan. Pero vamo' a ser campeones, carajo!

domingo, 22 de septiembre de 2013

Defe de mi vida

Un triunfo histórico, un gran triunfo. La última vez en San Martín no es un recuerdo agradable, fue un 2 a 1 con Busti en el banco en aquel fatídico 2005. Estábamos en el Nacional, peleando por no descender y aún con la victoria Jorge Busti nos abandonó y la dirigencia cometió el gran error de contratar el Flaco Martínez, y así el descenso quedó consumado . Pero esta vez, y por fin, la dirigencia acertó en su razonamiento, y no se puso armar equipos con Orteguitas ni nada parecido, y le dio a Fito Della Picca la responsabilidad total de armar el fútbol profesional. Es que tenemos la soga al acuello por tantos desaguisados.
Ayer Defe fue esto:
Anconetani: con 37años, muy bien puestos los reflejos. Para los que teníamos dudas nos volvió a tapar la boca.
Monge: No exagero si digo que es casi un lateral de primera división. Asistió a Bueno en el segundo. Un sabio el que lo trajo.
Goux: de nuevo un acierto su llegada. El tartamudo Ramenzoni en su afán de buscar penales para Chaca lo alabó. Yo te bendigo, querido, sos clave para esta historia.
Alberich: Flaco querido de tantas batallas. Volvió en su mejor versión. Fito sacó a Fassi porque le adjudicó el error del gol de Almagro la semana pasada. Sea lo que sea, jugándose así, es el Alberich que no puede salir.
Nadal: Sigue volviendo Nadal a ser el que fue. Qué bien como lo recuperaron. Anoche fue una de las figuras.
Fioretto: el que mejor le pega a la pelota, el de más experiencia, útil para el equipo. Puso como con la mano el centro para el primer gol. Pero estuvo bien el cambio, sirve mucho 60 minutos.
Sosa: Es imprescindible en este equipo. Pasa, regula, marca, quita, asiste, está en todas partes, aunque no parezca.
Porcel: Cómo te pedimos contra Almagro en el segundo tiempo porque nos hacías mucha falta. El error del Dt de no ponerlo en ese partido, lo compensó ayer. Titular, una fiera, más flaco, atlético, robando todo en el medio.
Colitto: Tiene que jugar siempre. No es posible el fútbol sin estos fantasiosos. Pero todavía le falta un cacho de decisión para hacer la locura definitiva.
Romero: Un grande de la categoría. Más de un dragón debe estar levantando altares para que no se lesione, porque es nuestro gran goleador, un delantero de primer nivel (abro paréntesis porque yo le pedí hace años en Defe)
Bueno: Es un tipo que contagia y que se sacó la mufa de no convertir. Va a todas, deja todo. Está bueno tener a Bueno.
Gracias Serrano por entrar tan bien y colaborar para el segundo gol.

lunes, 16 de septiembre de 2013

A tres años de la partida de nuestro inolvidable Flaco

A la muerte habría que matarla. Hace tres años se nos fue el símbolo más grande de la historia de Defensores. La muerte anda diciendo que se llevó al Flaco Chiti, pero habla de fanfarrona, nomás. Cómo se va a quedar con nuestro personaje por excelencia, con ese tipo de ojos claros que nos regaló su pasión hasta el colmo... Mentira, el flaco se fue a conocer otros estadios, en los que sólo consiguen entradas los más buenos. Y cada tanto viene y se sienta en su tribuna visitante del Pasquale, para pedirle a Defe que meta como metía él, y no se vaya al descenso y salga campeón.
A continuación, la nota realizada en colaboración con Damián Zanca a mediados de 2006, y publicada en el libro Corazón Pintado.
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Decir Chiti es decir Defensores. Quien quiera ejercitar un poco la memoria y recorrer la historia del club seguramente se topará con una formación, con un partido, con una anécdota en la que aparece este Flaco con mayúsculas. Es que Rodolfo César Chiti permaneció, gozó y sufrió en Defensores más de 30 años. Jugó casi 20 años en Primera, y disputó 500 partidos, cifras que lo convierten en el futbolista que más veces se pintó el corazón con la rojoinegra. Ganó los campeonatos de Primera C de 1953 y 1958, y el de Primera B de 1967. Después fue técnico, y consiguió el título de 1972.
Defensor central, piernas larguísimas que llegaban a todas, alto, chueco y desgarbado, capitán, un símbolo de Defensores que aún perdura en el recuerdo de muchos hinchas del ascenso.
-¿Cuándo y dónde nació?
-Nací el 22 de septiembre de 1933 en la calle Congreso 1674, entre Núñez y Belgrano.
-¿Dónde comenzó a jugar a la pelota?
-En la vereda con mis amigos del barrio, luego me mudé a Barrancas de Belgrano y ahí sí, como ya era un poquito más grande, formamos un equipo con mis nuevos amigos, se llamaba "El Cometa" y desafiábamos a todos los clubes del barrio.
-¿De chiquito iba a la cancha?
-Sí, pero siempre me colaba. Un sábado iba a ver a Excursionistas y el otro a Defensores. Para ver al Dragón siempre nos trepábamos por el Club del Círculo Policial debido a que la pared era muy bajita.
-¿Cómo llegó a Defensores?
-En Defe pusieron afiches que decían que se iba a jugar un campeonato de papi fútbol nocturno. Me acuerdo que se iluminó la cancha en el corner de Comodoro Rivadavia y Avenida Libertador. Iba mucha gente a ver jugar a los chicos. Una vez se armó una gran pelea entre nosotros, los pibes, y el árbitro me echó. Entonces, una vez finalizado el partido, me agarraron dos dirigentes de Defe, los señores Sunino y Petrocino -ya fallecidos-, y me dijeron "mirá pibe, si venís a jugar para Defensores no te suspendemos". Fue un canje.
-¿Cómo era en ese entonces el club?
-Era totalmente distinto, cuando yo empecé a jugar ni se había construido "la techada". Ahora se hizo la platea nueva, menos mal, porque la vieja en cualquier momento se venía abajo. Yo no sé como nadie nunca se cayó de ahí. Pusieron iluminación, el césped siempre esta verde y parejito, cosa que cuando jugaba yo era muy malo, con mucha tierra. Por eso destaco que en el club hubo una gran renovación.
-Finalmente, ¿cuándo fichó?
-Yo quedé vinculado al club el 15 de Marzo 1948, fecha que nunca me voy a olvidar porque coincide con el cumpleaños de mi mamá, y ella fue la que me acompañó a firmar el vínculo con Defe. Y ya en 1950 tuve la primera gran alegría. Salimos campeones de la sexta división, y tuve como compañeros al "Piolita" Gómez y a "Totola" Vigliarino, dos amigos que quiero mucho.
-¿Cuál fue se debut profesional?
-Debuté contra Tigre allá en Victoria, el resultado no pudo ser peor, perdimos 8 a 1. Me quería morir.
-¿Cómo se hace para jugar casi veinte años y 500 partidos con la misma camiseta?
- Es que antes, cuando uno se identificaba con una camiseta, era para siempre. El dinero no tenía mucha importancia. Eran otros tiempos, otro fútbol y otro mundo.
-Era flaco, alto, despatarrado. Había quienes no daban un peso por usted.
-Es verdad. Mi fuerte era quitar la pelota, era un buen quitador e iba muy bien de arriba, por eso todos los directores técnicos que tuve me ponían a marcar al más difícil dentro del área. Me comí miles de codazos, y llegaba siempre a mi casa con moretones. Otra virtud que tenía era que no me entregaba nunca, e iba a muerte hasta la última pelota.
-También fue entrenador de Defe.
- Habré trabajado unos cinco años como técnico de Defensores. Cuando me retiré como jugador, el presidente del club en esa época era el señor Rodríguez, y fue él quien me propuso quedarme como DT, reemplazando nada más y nada menos a Angel Labruna, que se iba para River. Cuando terminé ese primer ciclo como técnico de Defensores, me fui a dirigir a Villa Dálmine en el campeonato de Primera C, donde salimos terceros. Recuerdo que primero salió Tigre, segundo Almagro y después nosotros. Hasta que un día me llama Rodríguez para volver a Defe, acepté, y salimos campeones de la "C". En ese año, el 72, hice debutar a Houseman. Yo me acuerdo que le pedí al presidente que no lo vendiera al "Loco" luego del ascenso que obtuvimos, pero finalmente se fue del club, se fue a Huracán. Si hubiese tenido a Houseman en el campeonato de Primera B, yo salía campeón, y Defe hubiese subido a la Primera División. Sin él salimos cuartos a 5 puntos de Banfield.
-Houseman dice que es hincha de Excursionistas. ¿Hablaba de eso en aquellos tiempos?
-No, él siempre estaba en Defensores, vivía en el club y lo adoraba. Ya de grande empezó a hablar de más. Y me dolió mucho lo que dijo en la televisión cuando trató a Defe como los "innombrables", olvidándose de que el Dragón le dio lo más importante que se le puede dar a un jugador, que es la camiseta.
- ¿Es cierto que tenía un trabajo paralelo en el Hipódromo?
-Si, pero no pude soportar mucho tiempo hacer las dos cosas. Ser entrenador en esos tiempos no era fácil. No tenía como tienen ahora ayudante de campo, dos preparadores físicos, médicos, etcétera. Cuando yo dirigía me encontraba solo y cuando llegaba el día lunes tenía medio plantel golpeado, y nunca podía contar con todos los jugadores. Llegó un momento en que dije basta, no se puede ser "bohemio" toda la vida. El trabajo de técnico es muy inestable. Y yo tenía hijos y debía alimentarlos, darles una buena educación y miles de cosas más, la plata debía estar segura a fin de mes. Yo trabajé 24 años en el hipódromo de Palermo y ahí fue donde me jubilé.
-¿Sigue viendo a Defensores?
-En ese entonces no, porque en el Hipódromo trabajaba los sábados y domingos. Pero cuando dejé en 1994 empecé a ir a la cancha, y a encontrarme con gente conocida. Iba de local, pero también he ido mucho de visitante.
-¿Cómo es hoy su vida?
-Antes que nada me siento muy respetado por la gente de Defe, noto que me tienen un gran aprecio. En el día a día me dedico a ser "amo de casa", ya estoy jubilado, paseo a mi nieta y me sobra el tiempo para todo lo que quiera hacer.

domingo, 15 de septiembre de 2013

De regreso

Volví anoche a la cancha después de dos temporadas que la dirigencia quiso rifar. Es cierto que tampoco fui a la cancha porque se me murió mi gran amigo, el Mosca, con el que seguimos a Defe en todos lados desde los 7 años, de local y visitante.Qué frío que hacía ayer, por eso es para felicitar a la gente que fue a la cancha. Mi otro gran amigo, el ex tesorero Carfagna me hizo entrar porque lo conocen a él y también a mí, pero a mi me correspondía el carné de vitalicio y no me lo dieron. Volví a Defe, a mi lugar. Empatamos, por suerte, al final casi perdimos. Pero si se pudiera repetir en parte lo hecho en el primer tiempo, estamos en la pelea del ascenso, no del descenso.