lunes, 27 de octubre de 2014

Nos anularon muy mal un gol de Grecco, pero igual ganamos y sin llorar como les gusta a tantos

Enrique se saca la camiseta y la bronca y grita el gol con todo. 
Defensores respira agitado, pero respira. Otra vez nos sacamos la soga del cuello justo a tiempo, con el gol de Enrique sobre la hora. Pero qué mal jugamos, y eso preocupa, porque justo ahora, faltando cuatro fechas para terminar el torneo, Defensores muestra su peor cara. Habrá que tranquilizarse un poco, tratar de jugar la pelota corta y al ras del piso, construir juego que así se llega mejor al área contraria, y no seguir abusando de los pelotazos. Otra vez un párrafo aparte para Lucas Buono: a pesar de que le llega mal la pelota, cómo obliga, cómo trata, como insiste aún al final, cuando las fuerzas parecen no dar más. Volvió a pasar contra Luján: su peinada, su anticipó permitió después el gol de Enrique (que ojalá que la siga embocando). Y otro párrafo aparte para los llorones de Dock Sud, de otros equipos, y de varios periodistas que deberían de una vez por todas sacarse la tribuna de encima para trabajar. El sábado, a Defensores le anularon insólitamente un gol de cabeza de Grecco en el segundo tiempo, cuando estaba recontra habilitado. Y a Midland, en el partido contra Dock Sud, parece que no le dieron un penal terrible.Y no escuché a nadie decir nada.  Siempre en este fútbol de cuarta de la Argentina parece que da réditos lagrimear.
El miércoles se viene otro partido bravísimo contra Talleres allá. La gran esperanza es que a los del Turco García no les queda otra que ganar, y se supone que para eso saldrán a atacar. Así, Defe podrá encontrar los espacios para lastimar. Quedan 12 puntos por jugar, vamos que se puede!  

lunes, 20 de octubre de 2014

Tras el bochorno, a ganar los 5 partidos que quedan

Sosa fue golpeado por allegados a Dock Sud, también fue agredido Barbieri.
Otra vez el bochorno en un partido de fútbol, otra vez el bochorno en un partido Dock Sud-Defensores, que hacía 23 años no se jugaba. Ya se habían encontrado en el partido de ida, en Defe, con el 3 a 0 favor del Dragón, si ningún inconveniente. Pero en este estadio del sur es histórica la agresividad de la gente. Se acumulan los problemas, y las pruebas en esta caso están a la vista: en la foto se ve el resultado de la agresión que recibió nuestro volante Juan Manuel Sosa. También recibieron golpes integrantes del cuerpo técnico. Más allá de si estuvo bien o mal convalidado el gol del empate de Defensores a través de Enrique, estas agresiones no tienen justificación. Se rompieron los vidrios del vestuario visitantes, y para que la delegación de Defensores pudiera salir de Dock Sud, debieron instalarse policías armados dentro del micro, que fue atacado por piedras y todo tipo de objetos. En 1991, también tuvo que salir así la delegación de Defensores de esa cancha, por el pecado de haber vencido 1 a 0, y justo quedar sellado allí, el título de campeón y el ascenso a la B. No hay dudas de que Dock Sud merece ser sancionado con la clausura de su cancha, y debería contemplarse también la quita de puntos, por las agresiones mencionadas.
En cuanto a lo futbolístico, Defensores vuelve a padecer los temores de su DT, y salió a jugar un primer tiempo de manera muy defensiva. Después, con el 0-1 en contra, Della Picca lo fue a buscar, siempre lo mismo. Pero ya no hay más chances. Mientras esto escribo no sé cómo salió Riestra, pero restan quince puntos en juego y Defensores tiene a dos equipos encima en su búsqueda del ascenso directo. No se puede especular con nada. Habría que ganar los 5 partidos que restan: Luján (l), Talleres (v), Riestra (l), Lamadrid (v) y Midland (l) para no tener problemas. Este plantel lo puede hacer, ya lo dije varias veces, El problema son las mezquindades del técnico, que también las señalé muchas veces. Hoy el fútbol se ha modernizado mucho, ha evolucionado, entonces eso de salir a tirar pelotazos a los de arriba, de visitantes, para ver si acertamos, y después jugar de contra, por ejemplo, es de la era paleolítica.Y jugando así se pueden perder puntos, que a esta altura son determinantes.  

sábado, 11 de octubre de 2014

¿Y ahora?


¿Y ahora qué hacemos? Perdimos contra un equipo semi amateur como JJ Urquiza, jugando penosamente, Dock Sud no se cae y nos alcanzó, y Riestra golea todos los partidos y se nos puso a dos puntos. ¿¿¿Que pasó??? ¿Y ese equipo sólido, que ganaba por sola presencia? ¿Tanto puede sentirse la falta de Goux, que cuando no está nos marcan por primera  vez dos goles en un partido? ¿Cómo puede ser que contra Urquiza juguemos a contragolpear? ¿No tenés otro librito Della Picca? Defensores nunca mostró un gran juego en este torneo –eso es imposible con este técnico-, pero era sólido y eficiente en el área contraria y salía a ganar los partidos en todos lados. ¿Te agarró miedo Della Picca, como a veces te pasa en las instancias decisivas? Ahora se viene el partido de la historia futura de Defensores, contra el Doque, y allá, nada menos. Ojalá que con los huevos de Goux Defensores saque pecho y demuestre que verdaderamente es demasiado grande para esta categoría. No queda otra que ascender, cuerpo técnico y jugadores, eso lo saben bien. Y lo que pido es que no empiecen los chupamedias de siempre a decir que bueno, que alguna vez había que perder, y a darle la razón a Fito, que seguro va a salir a hacer números de la gran campaña… ¡¿Qué me importa la gran campaña si no ascendemos?!  ¡¿Qué me importó clasificar al Reducido de la B si descendimos?! Basta de chamuyo y pretextos, viejo. Ahora o nunca, porque si nos quedamos en la C, chau crecimiento, chau futuro, Defensores…   

martes, 7 de octubre de 2014

Dolor por la muerte de la abuela de Walter Bulacio

No hay mucho que comentar del 0 a 0 de locales ante el CADU de Zárate. Por eso prefiero dedicar esta vez el espacio a María, a la doña María gigante, abuela incansable de Walter Bulacio, que pidió durante 23 años justicia para su nieto. Hace unos días, este pequeña mujer de acero se fue con sus 85 años a encontrarse por fin con Walter. La recuerdo, en una nota que publiqué en  algunos medios, y que reitero para Prosadragona. No olvidando aquella, su inolvidable presencia y solidaridad ante la muerte de nuestro Fernando Blanco, que fue muerto por la misma policía que mató a Walter, y a la misma edad, 17 años.
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                                                                   María va
Ahí va María volando, urgente, con su cuerpito en ráfaga, a alcanzar en el mundo de los buenos a su nieto Walter. Llega rápido a acunar a su nieto que hace rato le reclama un cuento. No hay beso más grande que el de este reencuentro entre María y Walter. Galaxias extrañas reclaman atención, dioses dormidos despiertan incrédulos de semejante amor, y desde los bordes del universo marchan felices las almas redimidas.
María Ramona Armas de Bulacio, bajó sus armas por un rato, para abrazarse a Walter y volver, porque luchas como la de ella, nunca terminan. Mary, o doña María después, hasta estos 85 años de edad con los que nos dejó por un rato, recorrió los cien y un barrios porteños marchando para que se supiera que a su nieto Walter Bulacio, que tenía 17 años en abril de 1991, lo mató la policía. Y reclamaba justicia, y la lloraba, porque la ausencia de justicia con los que menos tienen, con los que menos pueden, con los más indefensos es para llorar mucho de rabia. Eran los primeros pasos de una era de las boludez y el olvido. El menemismo hacía florecer los horripilantes cactus del individualismo, se vomitaba con pizza y champán a la memoria, y así las fuerzas represivas se entonaban todavía más con los Indultos a los genocidas de la dictadura.
María adoraba a Walter, era su nieto preferido. Walter estaba por terminar el secundario, hinchaba por San Lorenzo y escribía cuentos. La abuelita le dio la plata aquel 19 de abril de 1991 para que viera a su banda favorita, los Redonditos de Ricota, en el estadio de Obras Sanitarias del barrio de Núñez. Falló como tantas veces la organización, quedaron muchos afuera y ahí aprovechó la policía para hacer lo no debe: reprimir, apalear, apresar. Y Walter fue a parar al calabozo de la comisaría 35 sin ver a Patricio Rey y nunca más a su abuela, hasta ahora, que andan chapaleando en la bruma esponjosa de Buenos Aires. Una semana después, Walter fallecía por los golpes recibidos.
Yo la he visto una vez a María, ahí nomás de Obras, cerca de la 35, en el club Defensores de Belgrano, solidarizándose en un acto en memoria de Fernando Blanco, otro pibe de 17 años como Walter, asesinado por la policía. Con su sonrisa tibia, se puso la camiseta del club, y en cada mano levantaba las fotos de uno y otro. Y la vi pasar, con su pelo blanco, como otro blanco pañuelo de madre o abuela que busca, en medio de cientos de encendidos estudiantes secundarios que rumbo a la Plaza de Mayo reclamaban por Walter. Y otra vez estuve cerca de Mary, que andaba agarrada, como si no fuera a soltarse jamás, de los barrotes, de las rejas, que no eran de la cárcel que debió ser, sino de la casa del comisario Espósito, responsable de aquella nefasta comisaria 35.
“Usted me puede explicar por qué ha muerto mi nieto” le he escuchado preguntar tantas veces en los últimos 23 años. El año pasado, en una de las burlas más notorias de esta justicia burguesa y retrógrada, recién el año pasado, el comisario Espósito fue juzgado y condenado. Su pena dio pena: de tres años en suspenso… María ya andaba enferma y no pudo presenciar el juicio. La representaron sus compañeras indoblegables de lucha, Tamara, nieta y hermana de Walter y María del Carmen Verdú, la consecuente abogada.

Dicen que María murió el sábado, pero es un descanso, nomás. Siempre la veremos andar pidiendo por Walter, por la verdad, dando vueltas por un mundo dado vuelta…