miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sin juego no puede haber alegrías

Lo único bueno, pero muy destacable de la noche: el repudio de los jugadores a la editorial del diario golpista La Nación reivindicando a la dictadura, sólo un día después del triunfo de Macri.
Desolación más desolación. Después de la furibunda regresión argentina de entregar a una inescrupulosa derecha la nación, la provincia y la ciudad, este fin de Defensores. La última mejor imagen fue la de los jugadores posando con el trapo en contra de la editorial del diario golpista de La Nación, pidiendo la revisión de los Derechos Humanos.
Despúes, otra vez, futbolísticamente nada. Los referís son malos y corruptos, los dirigentes son malos y corruptos, la AFA es mala y corrupta, pero si jugás, si intentás jugar, si sos ofensivo en cualquier lugar, y jugás y hacés goles y no especulás, por más que te la tengan jurada como parece siempre con Defensores, nadie va a poder pararte. Y  Defensores fue fácil de parar. Cada partido fue un parto, un sufrimiento, ver si la pelota parada llegaba, el cabezazo, el rebote, el milagro.
Déjense de joder: eso no es fútbol. Lo dije muchas veces, pero en estas últimas instancias disimulé para sumar con tal de ascender. Pero para mí eso fue siempre una utopía, por más que en algún momento se llevara una distancia importante. Pero no se puede ganar nada sin delanteros, eso es imaginar lo imposible. A Della Picca le salió bien sumar tanto con sólo una gran defensa.
Pero yo está, dirigentes, basta de Della Picca. Fito suma pero no celebra. No promovió ni un jugador de las inferiores en 43 fechas, y si no hay inferiores, estamos en problemas. Basta de no ver ni una pizca de fútbol, salvo algún pase o remate exquisito del Loco Fioretto. O esa  gran presencia en el fondo de Barbieri que espero que no rifen.
Y digo: Goux estuvo bien expulsado por hacerse el compadrito al pedo a los 7 del primer tiempo (le pegó una piña a Altobelli, sin nada, nada de sentido, sólo para ese boludez de amedrentar desde el arranque); el penal de Barbieri fue, y la expulsión de Enrique estuve bien (feo planchazo desde atrás). Pero es cierto que Enrique estaba caliente porque un remate suyo dio en el codo de un defensor de Morón y pareció penal (el brazo algo extendido,  parece sin intención)  

Pero los árbitros no nos quieren y eso ya se sabe. Brown fue el mejor equipo, sin dudas, con una dirigencia que va a elecciones. Defensores parece, a esta altura y en ese sentido, oxidado.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Que sea tu voluntad, San Albano

San Albano de los confines de la vieja Blandengues, ahí donde el Bajo se hizo barro y río, donde sobrevive en los trasfondos el otro barrio, ese que late y late por el rojo y el negro, por el Defensores fundador de las pasiones. Sabíamos de los duendes con vivienda en el Pasquale que le hacen morisquetas a los árbitros para que dejen  de bombearnos, que en escapadas invisibles le inyectan kriptonitas  a nuestros jugadores cuando parecen desfallecer, pero no sabíamos tanto de este santo Albano, el que nos protege los tres palos de todos los males. Que se haga tu voluntad San Albano, como ayer con tres penales atajados, como antes, tan poco batido, y en el futuro que se aproxima también, para que el viejo Defensores nacido sobre el río y el barro de la vieja Blandengues, haga feliz a su gente y al barrio que late y late por los fondos y en las lejanías obligadas, abrazados al calor incomparable de un trapo rojo y negro.       

martes, 17 de noviembre de 2015

Dejen todo jugadores en el último esfuerzo, ya vieron toda la gente que está pendiente de ustedes


El 14 de noviembre va a quedar igual en la historia. Aunque no se haya alcanzado el título de campeón, nadie se va a olvidar de que ese día, toda la familia defensorista  se reencontró con el club, volvió al club, muchos volvieron al barrio, tan sacudido de modernidad y cemento. Hacía mucho rato que tanta gente no se apiñaba en las tribunas, tanto que tuvieron que habilitar la del costado del lado visitante. La gente en la platea vio el partido parada, en la Techada el entusiasmo se subía encima de otro entusiasmo. La polemista tribuna de los veteranos apiñaba sus canas y peladas, y aplaudía todo, hasta los saques laterales, pero no veía la hora que esos 90 minutos de duro nerviosismo terminara. Es que había dudas de la real cobertura de las pastillas para el corazón y la presión.
Pero no se pudo dar, estuvimos muy cerca, pero no se pudo dar, y entonces uno se pone muy triste por uno y por toda esa pasión y lealtad desbordada, por ese compromiso, por tanta locura de no poder pegar un ojo, de no pensar en otra cosa en los días previos. El club debería haber aprovechado esa posibilidad no sólo para cobrar el bono y vender ropa, sino para asociar y atraer gente. Para que la gente venga siempre, y no tanta sólo en una final. Tal vez lo haya hecho.
Ya está, qué se le va a hacer. Defensores fue superior a Estudiantes, pero como lo dije tantas veces, si uno juega al fútbol y no sabe cómo meterla en el arco contrario, todo se hace complicado. Si veo el vaso medio lleno, pienso que fue un milagro del cuerpo técnico haber logrado semejante campaña con un plantel tan corto, y fundamentalmente, casi sin delanteros óptimos. Pero si veo la parte vacía, digo que más allá de presupuestos, fue el cuerpo técnico el que se equivocó o no le dio la importancia que tenía, a la elección de jugadores de mitad de cancha para adelante, no sólo en relación a jugadores de ataque, sino también a los de buen pie, esos que pueden generar fútbol y que pueden convertir en mejores a delanteros limitados.
Pero ya está. Aún sobrevive la esperanza y conserva la salud porque se viene el Octogonal por un segundo ascenso, y Defe lo puede encarar con muchas posibilidades. Aunque no sea católico practicante, por Defe digo Dios quiera que Fioretto llegue en buenas condiciones para jugar el Reducido, ya que no es ningún hallazgo decir que es imprescindible en este esquema de juego de Defensores. Nuestra arma ofensiva, una de las pocas que tenemos, es la pelota parada. Y no hay como el Loco para patear los corners, los tiro libres y para darle con precisión y efectividad la pelota al compañero.
De todas maneras este torneo breve es otro dislate de la dislocada AFA. Poner en iguales condiciones –salvo la condición local- a un equipo como Defensores y a otro como Tristán, a los que los separó 19 puntos, es de una injusticia proverbial. Pero la AFA siempre está ocupada en otras cosas, no en dar el ejemplo de la organización, la coherencia y mucho menos el de la honestidad.

Ante Tristán, no estarán Baima y Barbieri, suspendidos, ni Quiñonez ni Aguirre, lesionados. Pero la confianza en el equipo sigue, y si llegara Fioretto, ni qué hablar… Vamos muchachos, hagan el último esfuerzo por todo ese enorme amor que la gente les regaló ese sábado histórico del 14 de noviembre…        

       

lunes, 9 de noviembre de 2015

Restan sólo 90 minutos para la felicidad

El sábado ante Estudiantes la cancha tiene que explotar. Se debe sentir el rugir de los miles de dragones.

Y finalmente se dio lo que parecía cantado por el destino: el sábado jugaremos con Estudiantes un partido histórico. No tengo dudas de que lo que acontezca el sábado, a partir de las 17.30 en el Pasquale, quedará grabado en letras de oro en nuestra rica historia futbolera. Es que para mí, este es el partido del siglo para Defensores. Y explico las razones: no recuerdo una recta final tan apretada y emocionante entre tres equipos que no se dieron respiro en la búsqueda del título de campeón. No es habitual que entre tres equipos haya un punto diferencia en la cima de la tabla tras 41 jornadas;  no recuerdo que uno de esos equipos  justo visite al otro en la última fecha. El partido del sábado que viene se podría parecer en lo trascendental al que disputamos en 2001 ante Temperley, el encuentro revancha de la final por un ascenso al Nacional. Pero ese partido no fue en casa, se jugó en Ferro, y esos choques con el Celeste estuvieron impregnados de muchos inconvenientes (recordar que el partido de ida se suspendió al finalizar el primer tiempo por una agresión de un particular a un jugador de Defensores). También fue inolvidable cuando años atrás, en la primera gestión de Della Picca, derrotamos en el Pasquale a Chicago y ganamos el Octogonal. Y todos tenemos en la memoria los inmediatos choques con los mendocinos de Independiente Rivadavia, al que Defe llegó agotadísimo tras vencer a medio mundo en series de tres partidos semanales (mientras los mendocinos descansaban, en esas Promociones siniestras que supo inventar la AFA).
Pero no, me parece que nada se compara a este partido Defe-Estudiantes.
 Y es inolvidable que Defensores haya sido el puntero durante casi la mitad del torneo, y que sea la valla menos vencida, y que en su estadio lleve 37 fechas invicto. Pero también me parece otro increíble dato que Defe haya sido tan protagonista con 14 triunfos por 1 a 0, apenas, dejando el corazón tambaleante en cada uno de sus hinchas, porque casi que no hubo partidos cómodos, relajados.
También fue notorio que en la primera parte del campeonato Brown pareció un equipo inalcanzable, al que todos daban como dominador absoluto de esta larga sucesión de fechas, con un fútbol distinguido para la categoría, con jugadores y un plantel que parecía de sobra para el regreso de los de Adrogué al Nacional. Sin embargo Defe, con su orgullo siempre en llamas, su tenacidad, su convencimiento, le bajó a Brown los decíbeles allá en Adrogué, y el torneo pasó a ser otro. Parecía que la punta se iba enamorar para siempre de Defensores, que ya en la segunda mitad le llegó a sacar 8 puntos a Brown y 12 a Estudiantes. Pero de a poco empezó el momento de un tercero impensado: el Pincha de Caseros metió un alocado envión de la mano del flamante DT Kopriva, y en los últimos20 partidos apenas perdió dos, y ganó, ganó y ganó. Mientras tanto Brown  pero más Defe, sufrían tropezones. El Dragón padecía su plantel corto, el más corto de los tres aspirantes a la gloria. Lesiones de Goux y Fioretto, nada menos, suspensiones reiteradas de Sosa, y las dificultades del Pelado Buono para conseguir buenas compañías, le hicieron perder puntos al equipo de Della Picca.
Pero cuando por momentos parecía todo perdido, como en la derrota, por ejemplo, ante el descendido Italiano, o como ahora mismo ante la impotencia ofensiva frente a los pibes de Almirante, de nuevo la ilusión nos levanta y le vuelve a hacer un guiño a Defensores. Es que se lo merece y nos lo merecemos sus hinchas, porque hubiera sido muy doloroso llegar a este última fecha sin ninguna chance después de tanto batallar, de tanto protagonizar,  después de tanto sacarle el último jugo a las limitaciones. Después de tanto sufrir…
Habíamos dicho que este equipo es su inmensa columna vertebral: Goux, Barbieri, Fioretto, Enrique, Buono. Ante Almirante faltó Buono y la columna se resintió. Contra el Pincha, en la jornada histórica del próximo sábado, no estará Fioretto. Esperemos que los duendes que tanto bailan a favor del Dragón y que moran en los rincones del Pasquale, hagan un mayor esfuerzo y puedan suplir la inmensa presencia del Loco.

Ahora sí, llegó la hora, ya no más que pensar ni calcular: hay que ganarle a Estudiantes. La fe de los hinchas está brava, encendida,  se desborda. Nuestro corazones laten distinto hace rato, y desde el domingo 8 de noviembre a la tarde, laten más. Cada díá que pasa, cada hora, cada minuto, la emoción nos devora un poco y otro poco, y vivimos sólo para pensar en el sábado, en la tarde del sábado, cuando las cinco se hagan y media y ya definitivamente apasionados vibremos por el comienzo de esos 90 minutos, que pueden ser nuestro breve y último recorrido hacia la felicidad.               

domingo, 1 de noviembre de 2015

La gran columna vertebral de Defensores, aguantará el peso de este final ajustado y dramático de torneo

Quedan dos victorias más para llegar al Nacional. Dos victorias más que las 21 que ya logró este equipo de una campaña notable, con una zaga central que envidian hasta equipos de otras categorías, dos volantes de talento y entrega como Fioretto y Enrique, y un 9 como el pelado Buono que es un gladiador luchando contra sus limitaciones, y cuya ausencia (por esa quinta amarilla que el árbitro Vigliano le mostró con tantas ganas) sufriremos en la próxima ante Almirante. Esa es la columna vertebral  y la base esencial de este equipo que no luce pero que termina conmoviendo por su entrega. Y que llega al final del torneo dependiendo exclusivamente de sí mismo: si gana los partidos que restan ante Almirante afuera, y contra Estudiantes, en el Pasquale, será el campeón, o en el peor de los casos, si también gana sus dos encuentros, igualará la primera posición con Brown de Adrogué.
Ante la UAI Defensores por momentos mostró mucha voracidad y buen juego, y no debió esperar hasta la media hora del segundo tiempo para marcar la diferencia en el resultado. Pero también es cierto que Defensores tiene inconvenientes en la definición, una falencia agravada por los escasos aportes que dieron los 9 del plantel como Gil y Amaya, y en menor medida otros jugadores ofensivos como Chiquilito y Aguirre (que se recupera de una lesión) o Rojas (muy poco utilizado). Tal vez con más peso ofensivo el torneo ya estaría resuelto a favor del Dragón. Hay que ver que 14 triunfos de Defe fueron por la diferencia mínima del 1 a 0. De todas maneras,  con esa columna de 5 jugadores (se puede sumar a Anconetani y a veces al irregular Sosa) a Defensores le bastó para protagonizar el campeonato. Del capitán Goux ya hemos mencionado muchas veces su importancia como jugador y líder positivo, y del pibe Barbieri, autor del golazo de cabeza ante una UAI tan “in$entivada”, sólo cabe decir que es el jugador con más proyección de los últimos años de Defensores. Y qué decir de la calidad de Fioretto, de la velocidad y del empuje del Negro Enrique, y del esfuerzo sin descanso de Buono en las dos áreas…

Empató Brown, pero Estudiantes ganó faltando 5 para el final. No importa: este equipo da la impresión que se hincha de convicciones y valentía en las paradas más difíciles. Los tres equipos que pelean el título jugarán a la misma hora y día: a las 12 del domingo que viene. A Defensores no le sobra gol pero le sobra personalidad desde esa columna vertebral. Y en un tramo final tan ajustado como éste, el que ostente personalidad en la cancha será seguramente el que se abrace al título de campeón.