Lo único bueno, pero muy destacable de la noche: el repudio de los jugadores a la editorial del diario golpista La Nación reivindicando a la dictadura, sólo un día después del triunfo de Macri. |
Desolación más desolación. Después de la furibunda regresión
argentina de entregar a una inescrupulosa derecha la nación, la provincia y la
ciudad, este fin de Defensores. La última mejor imagen fue la de los jugadores
posando con el trapo en contra de la editorial del diario golpista de La
Nación, pidiendo la revisión de los Derechos Humanos.
Despúes, otra vez, futbolísticamente nada. Los referís son
malos y corruptos, los dirigentes son malos y corruptos, la AFA es mala y
corrupta, pero si jugás, si intentás jugar, si sos ofensivo en cualquier lugar,
y jugás y hacés goles y no especulás, por más que te la tengan jurada como
parece siempre con Defensores, nadie va a poder pararte. Y Defensores fue fácil de parar. Cada partido
fue un parto, un sufrimiento, ver si la pelota parada llegaba, el cabezazo, el
rebote, el milagro.
Déjense de joder: eso no es fútbol. Lo dije muchas veces,
pero en estas últimas instancias disimulé para sumar con tal de ascender. Pero
para mí eso fue siempre una utopía, por más que en algún momento se llevara una
distancia importante. Pero no se puede ganar nada sin delanteros, eso es
imaginar lo imposible. A Della Picca le salió bien sumar tanto con sólo una gran defensa.
Pero yo está, dirigentes, basta de Della Picca. Fito suma
pero no celebra. No promovió ni un jugador de las inferiores en 43 fechas, y si
no hay inferiores, estamos en problemas. Basta de no ver ni una pizca de
fútbol, salvo algún pase o remate exquisito del Loco Fioretto. O esa gran presencia en el fondo de Barbieri que espero que no rifen.
Y digo: Goux estuvo bien expulsado por hacerse el compadrito
al pedo a los 7 del primer tiempo (le pegó una piña a Altobelli, sin nada, nada
de sentido, sólo para ese boludez de amedrentar desde el arranque); el penal de
Barbieri fue, y la expulsión de Enrique estuve bien (feo planchazo desde
atrás). Pero es cierto que Enrique estaba caliente porque un remate suyo dio en
el codo de un defensor de Morón y pareció penal (el brazo algo extendido, parece sin
intención)
Pero los árbitros no nos quieren y eso ya se sabe. Brown fue
el mejor equipo, sin dudas, con una dirigencia que va a elecciones. Defensores
parece, a esta altura y en ese sentido, oxidado.