Que en el horizonte bailen las bellas utopías

Hay muchos que nos estamos poniendo grandes. El propio Defensores, con sus 104 años, está maduro. Necesita, necesitamos recuperar el Nacional B, la categoría que según Prosadragona fue rifada por un sinfin de equivocaciones e indiferencias de personas que podrían haber torcido este rumbo de la B Metropolitana. No es momento para señalar a los culpables, pero aquel descenso absurdo del 2005 nos quedó echando penas en el corazón. Aquellas temporadas en el Nacional fueron la gran oportunidad del crecimiento definitivo. La explicación del por qué mucha gente dejó de venir a Defensores, hay que buscarla en parte por ahí, en aquella jornada trágica en Huracán, en la que perdimos la categoría por penales ante Chacarita. Es que además de que nos fusilamos la ilusión, la policía nos mató un pibe. Y esa muerte de Fernandito Blanco y ese descenso quedaron impunes: casi que no hubo culpables.
Ahora Defensores parece ir renaciendo. Otra vez recuperamos la ambición, y los que nos atrevemos a soñar somos más que los resignados. No vamos a tolerar que nos vengan a decir que “primero hay que saber sufrir...”, como el tango, para después gozar, porque Defensores ya sufrió demasiado. NADIE QUIERE ASCENDER CON MALAS ARTES, NI POR OSCURAS GESTIONES. LO QUE UNO PRETENDE ES QUE LOS DIRIGENTES ESTEN ATENTOS PARA QUE NO VUELVAN A OCURRIR EVIDENTES ARBITRAJES FAVORABLES A ATLANTA.
Y nadie desconoce el buen gesto de Eduardo Deluca de haber donado un predio. Pero también nos gustaría que el alto funcionario de la Conmebol, se comprometiera con Defensores para PROTEGERLO de las deslealtades de los otros. Creemos que está en condiciones de hacerlo. Es cierto que esa es tarea de nuestros directivos, pero todos sabemos del peso que tienen en AFA ciertos dirigentes como Deluca. No queremos que nos regalen nada, pero NADA PARA NADIE.
Después, si Atlanta, Estudiantes, Chicago o el que sea, demuestra que es superior en la cancha, habrá que aceptarlo. Pero es una lástima que habiendo trabajado esta vez muy bien la comisión directiva (y no sólo en el fútbol), lleguemos a postergar por causas ajenas un ascenso que se presenta factible. Porque hay buenos jugadores, y buen cuerpo técnico. Toda esa gente que se alejó tras aquella tarde de infierno en Parque Patricios, volverá, si en el horizonte las bellas utopías bailan sobre la mueca deshecha del desencanto.