Tendría tantas cosas para hablar con vos, Gustavo.Mientras prendés un faso te diría que hoy no estoy bienPor Defe ya sabés, por Mara, por Clarín que no me deja laburarY porque la gente vota mal, aunque tu peronismo raro lo dudeMe distraigo, mi oficio es distraerme, no ver, evitar la realidadDe que por ejemplo vos no estés más, y que no me llamesY que no me escuches ni te escuche. No es verso hermano si te digoQue alentaste con tu muerte a mi desaliento. Mirá que te decíaque hay que apurarse a vivir pero tampoco eso de fumarse cada instante.Hace un año que te vi partir en una caja y te llevaban en rueditas seguro
Que a esconderte.Tenías un cara ahí, de paz, casi de joda, impecable como diciendo y bueno,bajando los llantos, calmando la locura como hacías...Y bueno y bué… como decías, habrás sido recibido de primera en el cieloEn la alegría de que por fin llegó Gustavo, mi amigo del alma, uno bueno.
La mejor forma que encuentro de transmitir la pasión por Defensores, es escribiéndola. Por lo tanto, aquí habrá textos que cuenten la vida de nuestro querido Dragón, y también, a veces, de lo que nos pasa como sociedad, porque Defensores y sus hinchas no vivimos en una isla donde no nos puedan conmover otros sucesos. Habrá quienes no estén de acuerdo con que aquí se hable de otra cosa que no sea Defensores. Pero este es un espacio de expresión, y es una pena limitarlo.
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