Chau, querido Sambu

Sambu se fue, se fue de apuro a juntarse con el Flaco Chitti, a jugar para la hinchada de allá, que alienta en una tribuna de un rincón estelar, colgado Marquitos del paravalancha, con los gordos Toti y Cacho alrededor, con Memo pegando el grito por el universo, con el Mosca fumándose hasta el polvo de las estrellas... Sambu llega volando, ataja meteoros e inventa a Defe hasta en la última galaxia.

Ya no se lo verá en la tribuna del costado, con su sonrisa, con hijos y nietos atravesados por su pasión rojoinegra, o en cualquier cancha visitante sufriendo a su Dragón del alma, el que a veces hasta le hizo perder lugar en su otra profesión de odontólogo, o cuando supo ser modelo famoso, por prepotencia de pinta. Pero primero estaba Defensores, primero antes que todo. Si hasta hizo publicidades en nuestra cancha para que al club le entrara un mango, y para que se difundiera por todo el mundo, por todo su mundo, Defensores de Belgrano.
Juan Carlos Sambucetti fue nuestro arquero por muchos años, reemplazó de pibe a aquel otro arquero histórico, Gerónimo, y se quedó por más de una década cuidando nuestro arco y por ejemplo fue figura en ese torneo ganado al trotecito en Primera C en 1972.
Siempre estuvo cerca del club, siempre apoyando, alentando, sin pedir nada, estrujando su corazón por los vaivenes del equipo, del club.
Chau querido Sambu, vos sabés que siempre, siempre, el Bajo estará contigo...