martes, 6 de septiembre de 2016

Della Picca atrasa un siglo y Defe peor no puede jugar

Es un proceso terminado el de Fito. Ni sus  jugadores-base le responden.
Hasta cuándo Defensores, hasta cuándo sin ganar y hasta cuando jugando tan mal. Hace rato que decimos que Della Picca quedó en la baulera de los conceptos futbolísticos. Fito atrasa, es antiguo, no cambia, no entiende la dinámica del fútbol de hoy,  siempre juega igual y ya todo el mundo lo conoce a su Defensores. No es una cuestión del plantel. La categoría de la B Metro es muy pareja, y con los jugadores que tiene Defensores tranquilamente podía tener expectativas, pero este técnico te arruina toda esperanza: por más que Defe arañe una victoria por alguna pelota parada o por el aire, uno ya sabe que cuando juega Defensores se dispone a darle terrible padecimiento a sus ojos.
En la Copa Argentina  y por culpa de Della Picca, Defensores perdió una gran posibilidad de  ir al menos a los penales frente al peor Arsenal de los últimos tiempos. Cuando se logró el empate en 1, Della Picca no pudo con su viejo miedo, y realizó cambios incomprensibles mandando groseramente al equipo atrás, y eso no se hace: darle la pelota y el campo a un rival de dos categorías superiores, es un suicidio (por más que sea esta mala versión del Arse).
En los tres partidos que lleva en el torneo, Defensores no jugo a nada, a N A D A. De mitad de cancha para adelante no se tiene la menor idea, salvo la táctica de los pelotazos de un siglo atrás.  Al pobre de Escobar, hábil parece, lo arruina el entrenador como todo hábil que pase por sus manos. De verdad, si un millonario decidiera ceder a Messi a Defe, pobre Leonel, lo haría bajar a defender y  a apretarse contra la raya como carrilero. Encima, tiene el tupé –en colaboración con nuestro presidente- de bajarle el pulgar a Fioretto, que quería volver a Defe donde dice que se siente como en su casa. El Loco firmó para Riestra, que casualmente está haciendo una buena campaña. En el antiquísimo esquema de Fito, Fioretto vale oro, por su precisión en las pelotas paradas, una precisión única en esta categoría. Por algo fue clave cuando peleamos el torneo y lo perdimos llevando 9 puntos de ventaja. Pero no, Fito se equivoca y no pasa nada.

Un párrafo aparte para el pésimo estado del campo de juego. Tuvieron cuatro meses para arreglarlo, en fin… Pero en la conducción del club andaban con pajaritos en la cabeza imaginando delirantes destinos.  Y así estamos…        

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