Cambiar el rumbo

No vamos a caerle a algunos pobres muchachos de pantalones cortos que hacen lo que pueden. Ni tampoco a pibes nacidos en el club que hoy parecen haberse enemistado con la pelota. Acá, en Defensores, la culpa no es de los jugadores. Los que mandan volvieron a mandar mal. Hubo un presupuesto gigantesco a mediados del año pasado, y al final de 2011 los puntos no fueron muchos pero sí demasiados los jugadores que se marcharon. Es decir, que hubo gente, cuerpo técnico y dirigentes que cometieron errores. Dejaron un plantel desvalido, que ahora no tiene chances de nada y todavía faltan muchas fechas para el fin de este torneo. ¿Qué hay qué hacer? Se nota en la cancha que no hay ideas de juego, e incluso, que los jugadores tienen dificultades anímicas. Hubo tantos errores últimamente, que por ejemplo le fue renovado el contrato a un arquero que en la más extrema generosidad podría haber quedado como arquero suplente. Pero Griffo es titular. No se olvida que con Della Picca, Defe hizo una campaña sensacional. Pero es evidente que después, se empatanó hasta perder el rumbo por completo. En la nueva derrota ante un mediocre Deportivo Morón, volvió a cometer errores tácticos garrafales. Pero lo más grave es lo que aparece en la cancha: los jugadores ya no son felices. Habría que hacer por fin una profunda evaluación para que llegue un cuerpo técnico que realice un profundo trabajo con las divisiones inferiores. Sino, se cae otra vez en esta mercachifle decadente… Ya nos ha pasado de ir a buscar estrellas y grandes nombres y concluir en grandes fracasos… Hay que cambiar fuerte. Y ya. O sino serán demasiadas derrotas para un Dragón desacostumbrado…