Cuando los tiempos eran mejores

La gran nota del amigo Taglia (publicada el 6 de marzo en Clarin.com)

Cuando el Defensores de Labruna fue campeón y no ascendió
POR GUILLERMO TAGLIAFERRI

En 1967, el equipo del Bajo se consagró campeón de la B bajo la batuta de don Angel, que al mismo tiempo dirigía a Platense. Sin embargo, por una reestructuración no obtuvo el pasaje a Primera.

Producto de la casualidad, o quizás no tanto, a comienzos de 1967 en un restaurante del Bajo Belgrano se cruzaron Angel Amadeo Labruna y directivos de Defensores de Belgrano. Enseguida comenzó una charla futbolera y a los pocos minutos, una vez roto el hielo, los dirigentes del Dragón le hicieron un ofrecimiento al técnico para hacerse cargo del equipo que participaba del certamen de Primera B. La respuesta fue positiva y así Labruna, que había cumplido una brillante trayectoria como futbolista en River Plate, protagonizó un hecho peculiar: al mismo tiempo que conducía a Defensores, también lo hacía a Platense en el torneo de Primera A.

En ese 1967, Defensores de Belgrano alcanzó el máximo logro de sus 107 años (fue fundado el 25 de mayo de 1906): campeón de Primera B. La primera fecha no tuvo un arranque feliz: derrota ante El Porvenir por 1-0. Pero en la segunda jornada, una goleada 3-0 a Almagro hizo florecer las esperanzas. El resumen de Defensores de Belgrano en la Zona B registró 14 victorias, 3 empates y 3 derrotas, con 34 goles a favor y 16 en contra, para quedar primero, con 31 puntos (en aquel entonces se otorgaban 2 unidades por triunfo), cuatro más que el escolta Almagro. Faltando una fecha, Defensores de Belgrano venció como visitante a Temperley 3-1 y se aseguró el primer lugar de la Zona B. Esa tarde una gran caravana de hinchas del equipo rojinegro se trasladó desde el Bajo hasta el Sur. Producto de esta campaña, el equipo del mítico Labruna pasó a disputar la final ante Tigre, ganador de la Zona A, para definir al campeón.

Esta final de Primera B se disputó en cancha de Platense, y Defensores de Belgrano se impuso 2 a 0, con goles de Angel Tomino, a los 13 minutos, y Roberto Fumagalli, a los 44. Además el arquero de Defe, Francisco Gerónimo le atajó un penal a Santana, a los 27 minutos. La formación del campeón fue: Francisco Gerónimo, Ernesto Camino, Juan Carlos Gigli, Juan Carlos Marenda, Jorge Busti, Rodolfo César Chiti, Angel Tomino, Roberto Jorge Parodi, Juan Larrea, Ramiro Pérez y Roberto Fumagalli. También integraron el plantel: Alberto Della Cella, Oscar Bonnia, Américo Gómez, Norberto Zingoni, Enrique Oliveri y Oscar Sachs. En el libro "Club Atlético Defensores de Belgrano. Historia de una pasión", el autor Román Queiroz detalla: "Al término del partido hubo invasión de campo y vuelta olímpica. Después se siguió festejando en el Bajo hasta altas horas de la noche".

Sin embargo lo que hubiese significado un inédito e histórico salto a la categoría máxima no se fusionó con este título. Estaba pautado un Reclasificatorio entre los cuatro mejores clasificados de Primera B (Defensores de Belgrano, Tigre, Almagro y Los Andes) y los seis peores de Primera A (Newell's, Atlanta, Chacarita Juniors, Argentinos Juniors, Unión y Deportivo Español). En este decagonal Defensores no repitió su gran performance y finalizó último con 3 victorias, 4 empates y 11 derrotas, anotando sólo 9 goles y sufriendo 23. De esa manera, la gran alegría por la vuelta olímpica se quedó sin la codiciada frutilla del postre.

Labruna continuó después su carrera como técnico en Primera A. En 1971 dirigió a Rosario Central a su primer título nacional. Entre sus logros más recordados, está el ansiado y demorado título de campeón con River Plate, tras una sequía de 18 años, en 1975, al que le agregaría más tarde otros cinco títulos. Antes, en aquel Defensores histórico, había dejado su sello en el fútbol del Ascenso.