Hoy, lamentablemente ya no existe ese tiempo hermoso. Volvemos a sufrir el escarnio de bajar a la C, el club está estancado, y lo único que avanzan son las amenazas. Ya empecé a recibir repetidos llamados extraños en mi domicilio y en mi trabajo, como si yo fuera el culpable del actual descalabro. Pero esto no es novedad en los últimos tiempos. Ya no quedan expresiones independientes en Defensores, salvo un restringido Defelandia y este blog. De tantos hostigamientos, finalmente fue eliminada la página más popular, defe.com.ar, también aquel programara radial que conducía Toti Iglesias, y otros emprendimientos comunicacionales partidarios, que en cuanto se animaban a una crítica, sus autores eran atacados, y entonces es el hartazgo el que empieza a dominar, y todo se va diluyendo, como de alguna manera también le va pasando al club. Lo que a mí me llama la atención es que haya gente joven que se sume a los medios oficialistas conociendo estos antecedentes nada democráticos. En defeonline, por ejemplo, no es aceptado un mínimo pensamiento crítico, y tampoco en el programa radial por la web de los martes. Qué raro, porque en la juventud es cuando aflora la rebeldía, aunque como diría Brecht " Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles."
Por otra parte, me llegó información que el sabatellista municipio de Morón, habría gastado cerca de dos millones de pesos de sus vecinos contribuyentes para que los dirigentes de Flandria obligaran a no jugar a los futbolistas titulares, para que los titulares se conformaran, para que el Dt Monzón "renunciara" por un partido, y para que el árbitro Ignacio Lupani no cobrara, por ejemplo, el legítimo gol anotado por los juveniles del equipo de Jáuregui. En tanto, y según lo que se le habría escuchado comentar al DT de Morón, Salvador Pasini, Villa Dálmine le habría asegurado a los dirigentes de Colegiales el pago de todos los salarios adeudados de sus jugadores y de lo que les resta percibir hasta junio. Claro que a cambio, el último partido en Campana lo debían disputar con juveniles, hecho que finalmente ocurrió. "El técnico armó una práctica, y el sábado los dirigentes le cambiaron todos los planes. Sí, los dirigentes nos prohibieron jugar", dijo el defensor de Cole, Guillermo Báez, en el programa radial Ascenso País. Y agregó: "Lo que pasó en el partido me lo guardo para mí".
En fin, cuando uno sufre tanto por unos colores y después ve toda esta mugre, realmente se cree un tonto y que el fútbol es, a estar altura, sólo una actividad para engañar giles. Algo huele mal hace tanto en el fútbol argentino y uno no escarmienta y confía por el gusto por un deporte hermosísimo. Pero a uno, también, lo va dominando el hartazgo...