Que sea lo que Dios quiera...

Qué Defe pone plata, que la pone Morón, que le dan toda la plata a Colegiales... El submundo del fútbol aflora en toda su expresión espantosa. La verdad es que uno cree en la dignidad de los jugadores de Flandria para salir a ganar el partido contra Deportivo Morón, porque es ante su gente y porque son profesionales: nadie puede concebir que no pongan todas sus fuerzas en el partido de domingo, porque esa actitud los mancharía para siempre. Sobre Colegiales, lo mismo, con el agregado de que necesitan imperiosamente sumar de a tres para mejorar un promedio que casi los condena en el próximo torneo a descender.

Algunas informaciones más o menos chequeadas, dicen que Flandria jugará como corresponde, yendo al frente, aunque sin algunos de los jugadores que ya se sabe no renovarán su contrato con la entidad de Jáuregui. De todas maneras, habría algunos jugadores que se irían de Flandria pero que pidieron jugar el partido. En tanto, los jugadores de Colegiales tendrían el visto bueno de su parcialidad para buscar la victoria en Campana, dejando de la lado la supuesta rivalidad con Defensores. Es que repito, tres puntos para Colegiales hoy cotizan en oro puro.

En Morón hay mucho temor. El equipo concentra 48 horas antes en el Howard Johnson de Luján. Hubo gestiones para que Flandria le vendiera 1500 entradas a Morón para esa cantidad de hinchas “neutros”. Flandria lo habría rechazado, pero no está dicha la última palabra. Sería una escándalo que hubiera masiva presencia de hinchas del Gallo.
En fin, conjeturas, rumores, suposiciones. Lo concreto es que Defe corre mucho riesgo de descender, pero aún no está dicha la última palabra. Ojalá que Colegiales y Flandria jueguen dignamente, tratando de ganar, haciéndole honores al compromiso que asumieron como futbolistas profesionales. Y entonces, que sea lo que tenga que ser. Cualquier cosa que suceda -ojalá que Defe se salve y pueda jugar el Reducido-, está más que claro que en nuestro club deberán cambiar muchas cosas. Sino las salvaciones no serán, o serán efímeras y nunca empezaremos a crecer de verdad.