viernes, 17 de diciembre de 2010

Hace cuatro años aparecía Corazón Pintado, un libro escrito por la pasión de todos los defensoristas


ASI ARRANCABA. ESTE ERA EL PROLOGO Y ESTE SIGUE SIENDO EL SENTIMIENTO

Será. Una de las máscaras de la locura será quizá la que nos envuelve en la cancha. Ya no sirve preguntarnos por qué nuestro tan imprevisible corazón ensaya su esporádica rutina de tambores cuando la pelota se mueve. Los minutos atados y envueltos en una hora y media se derriten de todas maneras, y nosotros los aprisionamos y se nos escapan y no queremos y nos retorcemos en el esforzado rechazo de nuestro defensor, y qué decir de la risa cuando ese nueve al que le daríamos una lonja del alma, la empalma al otro palo del arquero.
Será. En definitiva será una sentencia de felicidad sentir al fútbol, y ser sentido por él. Es cierto que es sencillo incorporar la cabecita a las muchedumbres. La vida en los tiempos postreros es una invitación cotidiana a anonimatos, números y a hundir el pecho débil en el protagonismo de una estadística. Cualquiera es masa, pero no cualquiera perdura con el corazón bañado en el perfume del barrio. Los humanos somos frágiles, y las luces fuertes encandilan, enceguecen y arrastran. Los equipos de masas requieren a veces de aderezos para condimentar la pasión. Nosotros, los de abajo, estamos siempre hechos, aunque nos amenace el éxito vanidoso y nos escondan el tiempo para las utopías.
Será. Te ves con los que ves desde siempre, y será que vernos crecer, vernos engordar o enflaquecer de pena, vernos andar y vivir, y vernos que las caras nos cuenten que se hace lo que se puede, en la tribuna es mejor. Mientras saludamos la salida del equipo nos contamos del viejo que se me muere, y de nuestra nena que se desvive. Que el gobierno sirve o no sirve, y que Marquitos o Fernando siguen sin venir porque del cielo no los dejan.
Será. Uno creía que fue el único extraviado que no fue a citas, que faltó a trabajos, que lloró en cualquiera de sus variantes, que corrió peligros, pero será que nos pasa a todos nosotros. Que planificó con reservas esperando el resultado, porque es fiesta si ganamos y los demonios nos llevan a sus casas si perdemos. Alegría y pesar. Sonrisa y nada. Es el fútbol, y la pelota andando entre camisetas de unos colores que adornan nuestros sueños y pintan los corazones.
Será. Difícil de entender será para tantos, porque hay corazones delicados. Pero los nuestros saltan, porfían, pelean, abrazan, aguantan.
Será que soy de Defe y tengo aguante

3 comentarios:

  1. Gordo, me quede sin comentario porque es exactamente lo q me pasa con esta linda locura , q tenemos el privilegio de compartir unos pocos pero privilegiados como los hinchas de Defensores
    Siempre tendremos cosas para no olvidar como dice Fito Paez, y para volver a creer y para volver a llorar, te acordas gordo? y Defe e lo mas grande del fulbo nacional.Un abrazo, el de siempre ,el de cada sabado el de la vida.

    ResponderEliminar
  2. Que buen libro! Yo lo sigo teniendo en la mesita de luz

    ResponderEliminar
  3. Claro dragón como no lo vas a tener en la mesita de luz...
    la Biblia de los Defensoristas como leí un comentario x ahí.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.