Fisu Martínez Montagnoli, un dragón de verdad: "La idea es que atrás, Defensores tenga una muralla"

Ya son casi diez años de Fisu en Defe. Llegó con carita de asombro desde la séptima de River. Y hoy, a sus 24 años, es uno de nuestros orgullos porque se nota en cada salto, en cada quite, en sus rechazos, en tanto cero en el arco propio, hasta en un par de goles enfrente, que Leandro Martínez Montagnoli chorrea sangre dragona. “Sueño con jugar en Defe en el Nacional, y esta vez estamos cerca. El cero en su arco Defensores lo tiene asegurado. Si acertamos una o dos de las cinco chances claras de gol que tenemos por partido, somos campeones”, dice Fisu como si tal cosa, mientras nuestro corazón de hincha, se agita.
Cuando Leandro sea afirmaba en el club, y ya jugaba en la cuarta, soñaba con llegar a primera pero el Willy Aldaz le dijo, como a otros compañeros, que era mejor ir a construir experiencia a JJ. Urquiza. Y allá fue Fisu a Loma Hermosa, solito, nadie más se animó. En Defe la dupla central la conformaban Mantilla-Del Castillo, y no había lugar. “Jugué 35 partidos en JJ, e hice tres goles. Volví mucho mejor, más afianzado”, recuerda. Llegó el Gato Daniele y empezó a tener continuidad. “Daniele trajo a sus jugadores, y después, por diversas contingencias –así de bien habla Fisu- , fuimos entrando de a poco los chicos del club. Me afirmé como titular en el Reducido en el que jugamos la final con Merlo”.
De repente su historia se frena, y sale la comparación entre aquél equipo y éste. “El actual es un equipo fuerte, sólido, los de atrás somos chicos que nos conocemos de memoria, y de mitad de cancha para adelante llegaron jugadores con experiencia y jerarquía. Tal vez a veces no tengamos el fútbol que por momentos pudo tener el otro equipo, pero este Defensores es más sólido, y además nos convencimos todos, que aunque las cosas no nos salgan, hay que dejar todo en la cancha.”
Igual confiesa que él se imaginaba “pelear la mitad de la tabla”, pero que el secreto fue “ganarle tiempo al resto de los equipos, porque cuando nos fuimos a la pretemporada ya estábamos todos. Y también la clave fue que se formó el grupo, hoy somos unidos adentro y afuera de la cancha. El Tanque Giménez es el que nos da las arengas antes de cada partido, y nos habla y ordena, pero también están encima aunque no jueguen, Pedrito Bocca, Bogni…”.
Y entonces nos seguimos olvidando del pasado y el entusiasmo pone en llamas a la ilusión: “Creo que el título de campeón está entre nosotros y Atlanta. Para mí, Estudiantes no va a aguantar el ritmo. Y tal vez en la última mitad del año que viene, se sume alguno del pelotón de los que ahora luchan por el cuarto puesto.”
Pero Fisu quiere completar la crónica de su crecimiento en Defe, y recuerda que fue el actual técnico, Fito Della Picca, el que le dio continuidad como titular. “Ahora Nebot está volviendo, creo que el sábado sale al banco. Es probable que volvamos a ser la dupla central. Es que el DT dice que si un jugador no salió por cuestiones técnicas, debe volver a su puesto cuando se recupera físicamente. A Nebot le pasó de todo. Lo robaron a él y a su novia, tuvo anginas, perdió seis kilos, pero ya está mejor.”
Fisu asegura que no hay defensa como la de Defensores, y que de tanto no recibir goles “ya estamos convencidos de que le pelota no va a entrar, y la sacamos como sea. Della Picca nos dice que le prioridad es sacarla, que como están las canchas y las dimensiones, no conviene mucho salir jugando, aunque a veces lo intentamos. Nosotros, los de atrás, nos propusimos levantar una muralla en el fondo”.
Fisu debutó el 14 de octubre de 2006 con un triunfo de 2 a 1 a Deportivo Morón en el Pasquale. “Aquel partido en que la hinchada de Defe le robó uno bandera a los de Morón. Cuando Cejas hizo un gol sobre la hora”, sabe todo. Tanto que habla de aquel casi ascenso a Primera de la mano de Angelito Labruna; de la historia de la fundación del club, y lo pone incómodo al cronista al contarle que leyó “de punta a punta el libro de los cien años, Corazón Pintado. No sé cuántos más jugadores de Defe lo habrán leído. Los futbolistas, en general, leen muy poco. Hoy juegan al poker y a la playstation”.
Coincide con Prosadragona que una campaña así Defensores no la gozaba desde la temporada 2005-2006, y que “todos, dirigentes, hinchas y allegados están muy entusiasmados.” Si hasta hay premios de uno de los sponsor: “Pero tenemos que lograr diez puntos en cada serie de 4 partidos –confirma-. Ya lo logramos al comienzo, y ahora creemos que también, y los vamos a cobrar rápido: le ganamos a Comunicaciones, y el miércoles a Villa San Carlos, y sumamos diez sobre doce”.
Sus amigos en el club son los pibes de su generación: “Si hasta en el Circulo Militar de Olivos, donde concentramos, estamos en la misma pieza. Son cinco camas en dos habitaciones comunicadas y separadas por un baño. Ahí estamos con el Flaco Alberich, el Bocha Batallini, Serrano, Tarabini, Marzoratti…”.
Bueno, Fisu, ya está. La otra vez soñé con un gol tuyo antes de jugar con Estudiantes, y fue tal cual. Ahora, pidámosle a los azares caprichosos que esta nota dé suerte. A propósito, ¿por qué Fisu? Y Leandro Martínez Montagnoli que cuenta que el apodo se lo pusieron sus hermanos mayores cuando tenía cuatro años, y que nunca le explicaron el significado, y que nada tiene que ver con que “fisura” a sus rivales. Su mamá que lo cuida tanto no le dice Fisu sino Pisu. Y qué importa… Si Fisu saca pecho y saca todo, y a Defe no le hacen un gol ni en pedo, porque en la cancha no duda nunca.