Un vermucito completo antes de Tristán

Una picadita de temas previa al partido con Tristán.
¿Se enteraron del escándalo del otro día en el ingreso de “nuestro” Megatlón? Resulta que la socia Carolina Baldini, ex o no ex del Cholo Simeone (ex o se hace), armó un lío de aquellos porque le prohibieron ingresar al gimnasio con la camiseta de River puesta. Gritó que era discriminación, que ella ya había pagado todo por adelantado, que tenía derecho de entrar como quisiese, y que si se la hacían sacar (la camiseta) entraba en tetas. Algunos empleados, ante esta variante ofrecida por la ¿actriz? ¿modelo? Bué… dudaron un poco uno dijo que recordaba su paso por ese triturador de neuronas llamado Bailando por un Sueño, y que en bolas Carolina, el Cholo está más fuerte.
Muy bien por la gente de Megatlón, por que si encima en Diario Popular dijeron que el hecho (la loca hasta llamó a las camáras y twitteó “semejante” ofensa) se produjo en el Megatlón de la esquina del club Defensores de Belgrano, como si fuera dos cosas separadas (En Crónica, en cambio, informaron mejor), lo único que falta que ahora todo el mundo ande por el club con las camisetas que se les cante: no viejo, vieja, la única que puede circular es la de Defensores.
¿Habrá estado en la puerta en el instante de la furia de la Baldini uno de los dueños de Megatlón, fana de Boca y buen escritor de cuentos futboleros? ¿Se imaginan si ve a alguien como la millonaria adentro?
Ofendida, dicen que la… bueno, qué se yo, fue a tranqulizarse y se tomó un drink en Starbucks… A propósito muchachos del bar de la cadena internacional, cuando van a garparle a Defensores…
Yendo al partido del sábado, a las 14, en Tristán (un amigo siempre dice que eso club es solo una estación y que si ahora está en la B con buenos presupuestos es por obra de otro extraño enriquecimiento de políticos, como sucede con la dinastía de los Granados, amos de Ezeiza y alrededores.) Antes hipermenemistas, ahora hipercristinistas, demuestran que de fútbol saben bastante menos que de rosquear. Por qué mirá que gastan guita en Tristán Suárez, si hasta le pagan a un centenar de muchachos para que alienten, y que seguramente ni tendrán idea de que el sábado juegan con nosotros. Y es tan poco lo que entienden de fútbol (¿será por eso que son amigos de Maradona?), qué contrataron al Flaco Martínez!!!
Nombrarlo ya me eriza todo. Había sido echado de Platense por actitud reñida con la moral, y Defensores, con su habitual carga de santidad, fue a rescatarlo del hospicio para que nos salve del descenso del Nacional B, categoría de la que no tenía la más puta idea. Pero claro, la culpa no es del chancho, aquella vez fue de Alejandro Cambas y Marcelo Achile, quienes no escucharon los ruegos desesperados por teléfono de quien esto escribe y después el Negrito Hugo Arbona tuvo que recibir una golpiza en la cancha de Defensa y Justicia por putear por esa tomada de pelo de Martínez en nuestro banco. Pero el Flaco era “bueno” con los muchachos…
Me acuerdo también cuando jugamos a cancha llena la final con Temperley en Platense, y para desgracia el Flaco también era el técnico. Momentos antes del partido nadie sabía donde estaba. Se había encerrado en el baño con una descompostura por el cagazo que tenía.
Mamita. Pero ese descenso del Nacional de esa forma tan grotesca, es una espina que no disuelve.
Mientras tanto, jugadores, hagan la gauchada, y morfensé al Tristán del Flaco Martínez. La alegría, como ya se dieron cuenta, será doble.